Todo ecuatoriano anhela tener un título, un carro, una casa y ver a sus hijos prosperar, pero sin ningún plan en mente, solo es un deseo noble sin poder materializar. Para lograr estos objetivos lo importante es hacer un alto a la vida y plasmar en una hoja cómo lo voy a lograr y qué componentes necesito para llegar al objetivo a mediano o largo plazo.
El primer paso es establecer cuánto gano, cuánto gasto y cómo hacerles el quite a gastos o gustos superfluos o no programados.
Duele decirle no al ser querido, aprender a reemplazar gastos pequeños y convertirlos en pequeños ahorros. Cada artículo novedoso o de temporada que evite comprar ese dinero que se ganó con mucho esfuerzo se va acumulando poco a poco en su cuenta de ahorros y va sumando al año.
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Por otra parte, creo que es necesario que comprendamos que las deudas en sí no son malas puesto a que son mecanismos que permiten adquirir objetos de alto valor que no se pueden comprar de contado. Sin embargo, las deudas sí son malas cuando son por adquirir malos hábitos, como excesos de fiestas y viajes, sin priorizar lo necesario para prosperar y no para despilfarrar.
Hoy siempre será un excelente día para mejorar y corregir el norte de nuestras vidas personales, para así evitar una angustia por falta de dinero y lograr la libertad financiera. (O)
Gunnar Lundh Iturralde, periodista, Guayaquil