Las calles de Guayaquil están a oscuras, en muchas partes de la ciudad, lo cual no es merecido, ya que no existe una autoridad que establezca orden de manera adecuada, con una planificación bien estructurada, que permita realizar muchas acciones en beneficio del bien común, en lugar de obtener ganancias inapropiadas, complicando y engañando a la ciudad, lo cual no es habitual y nos hace sentir ignorados constantemente. Es preciso elevar la voz de los ciudadanos, porque esto ya es excesivo y estamos cansados de tanta injusticia y prepotencia por parte del alcalde hacia la gente. (O)
Jorge Enrique Andrade Rojas, Guayaquil