Para bajar las afecciones médicas y muertes por diabetes, hipertensión, infartos, puede imponerse un impuesto al valor agregado a la grasa. La grasa está presente en hamburguesas, papas fritas; en ingredientes como la margarina, así como en productos elaborados con el cancerígeno aspartamo, como chicles y gaseosas light.
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La semaforización en envases ayudó a crear conciencia, pero es preciso encarecer estos nocivos productos. Si se implementa este impuesto a las comidas grasosas, con estos nuevos ingresos se podrían crear campañas para consumir buenas grasas, como aguacates, frutos secos, bebidas saludables, etc. (O)
Diego Fabián Valdivieso Anda, economista, Quito
