Es deplorable constatar que el Poder Judicial en Ecuador sigue embarrado de lodo y peor que antes. La elección del actual presidente de la Judicatura debería ser impugnada por la forma inaceptable, presionada, apurada y sospechosa como se la realizó. Con estas elecciones salimos de Guatemala para caer en ‘Guatepeor’. El currículum del actual presidente de la Judicatura parece un cuento de horror, y para los que defendemos la honestidad y estamos contra la impunidad y la corrupción, una bofetada a los ecuatorianos de bien. ¿Cómo puede ser que un presidente de la Judicatura fue en su pasado defensor de narcotraficantes? ¿En dónde estamos? Espero que la candidata elegida como primera opción y ciudadanos de bien impugnen esta elección que deja dudas e indignación.

Un nuevo presidente de la Judicatura

Se me cae la cara de vergüenza al escuchar a un alto dignatario del Gobierno con la deplorable excusa que dio de su accionar al apoyar esta terrible equivocación con un vocabulario soez, vulgar, hiriente a los oídos, inaceptable en un funcionario de su rango. Al igual que inaceptable es la elección del defensor público, igualmente elegido en otra controversial elección efectuada también por ese organismo indefendible del CCPCS erigido durante la época corrupta del país.

El plan que han elaborado les está marchando a la perfección, pues no encuentran oposición alguna de ninguna entidad ciudadana ni de cuerpos de juristas entendidos en la materia, que deberían protestar por todos estos atropellos a la justicia, pero están como Shakira: “Sordos, ciegos, mudos”.

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Mario Godoy, presidente de la Judicatura: Hay que seguir con el concurso de jueces tal cual está aprobado en el cronograma

Eso nos demuestra el calibre de los políticos que nos gobiernan y por qué el país está como está. Aquí no cambia nada. Las triquiñuelas políticas para alcanzar oscuros objetivos siguen viento en popa, mientras que el presidente está ocupado en proteger Manabí y el resto del Ecuador se cae a pedazos en corrupción, violencia, impunidad, terrorismo. ¡¿Quién nos salva?! Al paso que vamos, volveremos a caer en las garras de aquellos que esperan volver a llenarse los bolsillos a manos llenas, como el excontralor Pólit, y continuar su vida fastuosa a costa del dinero de los tontos de siempre, porque el patriotismo dejó de existir desde hace tiempo. (O)

Nelly Mercedes Lozada García, Guayaquil