La falta de experiencia laboral ha venido siendo uno de los mayores problemas en la vida de los jóvenes ecuatorianos, ya que las empresas suelen pedir entre dos, tres, cuatro años de experiencia; esto crea una frustración a los chicos que recién están buscando poder entrar a un trabajo.

Si bien es cierto que vivimos en una era digitalizada en la cual los jóvenes que no acceden a trabajar pueden decidir por emprender, y las redes sociales son una herramienta clave para que los emprendimientos sean más llevaderos; también es cierto que crear un emprendimiento desde cero es más difícil que trabajar dentro de una empresa que tiene posición en el mercado. La mayoría de los emprendimientos de los jóvenes son de artesanías, bebidas de todo tipo, comidas, servicios de fotografía, filmaciones, servicio como gestor de contenidos —mejor conocido como community manager—, etc. Les motiva emprender, tener un negocio propio. Pese a que no tienen experiencias, innovan en el momento de dar un servicio; esto evidencian los comentarios positivos por las redes, el crecimiento de seguidores y las recomendaciones de los clientes. Al emprender no se sabe si va a ganar o perder. Las redes tienen ventajas y ante un mercado lleno de emprendedores también pueden encontrar estafadores; es un riesgo que enfrentan emprendedor y consumidores. (O)

Eduardo Alfonso Oviedo Solórzano, Guayaquil