Quise saludar a una gran amiga mía, me vio y no me reconoció; me dio una inmensa pena. Dicen que la misma dolencia les pasó a grandes personajes, políticos, a nivel mundial, ya fallecieron, de los Estados Unidos, por ejemplo, al 40°. presidente y exactor Ronald Reagan; de Inglaterra, a Margaret Thatcher, fue primera ministra del Reino Unido; al gran Gabo, de Colombia, Gabriel García Márquez, ex Premio Nobel de Literatura; tuvieron alzhéimer o “enfermedad del olvido”. Así como cuando uno nace todo lo tiene que aprender, con la edad se deteriora el cerebro y todo se tiende a olvidar.

Hay diferentes teorías que dicen que hay una precipitación de una sustancia amiloide, pero no sucede en todas las personas, tengo pacientes de más de 80 años de edad que están más lúcidos que yo que soy su doctor. En todo caso, hay que detectar los primeros síntomas del alzhéimer que comienzan con la pérdida de la memoria, se olvidan mucho de los nombres, las direcciones, no se acuerdan dónde pusieron las cosas, las llaves, los cepillos, la ropa... Olvido que cada vez se va haciendo más evidente. Salen y se pierden. Pierden la noción del tiempo, no duermen, hablan incoherencias o no hablan; estas manifestaciones con el pasar de los meses se acentúan y agravan. Después, desconocen hasta a los familiares más íntimos. Esta enfermedad debe ser tratada por especialistas que conozcan del tema, si no termina enfermando también de los nervios a quienes están hecho cargo de los enfermos y por lo general son los que más han querido a su familiar.

El Estado debe crear centros para la atención de enfermos de alzhéimer, con personal profesional. Siendo una enfermedad de evolución crónica, el tratamiento debe ir dirigido a paliar los síntomas, se usa mucho la memantina, tranquilizantes, remedios que estimulen la memoria, y sobre todo amor y paciencia. (O)

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Hugo Alexander Cajas Salvatierra, doctor, Milagro