El pasado 23 de mayo, en una nota de Diario EL UNIVERSO nos llega un reportaje estremecedor que relata el caso de Éricka Macías Navas, una joven madre de 36 años que, a causa de una enfermedad tiroidea, ya ha perdido ambas piernas por amputación y se encuentra al borde de la muerte, pues el daño en su cuerpo continúa sin control.
Según el reportaje, su familia arrastra ya una deuda de 23.000 dólares y Éricka necesita una nueva cirugía. Entre tantos médicos reconocidos en Guayaquil, ¿no habrá uno que pueda operarla de manera gratuita? ¿No habrá una clínica que pueda acoger a esta paciente sin recursos? Porque, si contara con seguridad social, el IESS ya la habría atendido.
Hago un llamado a los médicos, clínicas y laboratorios para que recuerden su vocación de servicio. También será necesario apoyar con becas para que sus hijos no abandonen sus estudios. ¿Habrá alguna universidad estatal o privada, y un colegio que pueda ayudar al menor? ¿Y el bebé? ¿Aún existe algún instituto como el Innfa?
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Guayaquil y sus instituciones se han distinguido por su voluntariado y solidaridad. ¡Es hora de ayudar! ¡Demostremos que amar es servir! (O)
Leonardo Ceballos, Guayaquil
