Si bien es cierto que la idea de una tabla de consumo se puede considerar positiva, no es menos cierto que emitirla por sí y ante sí, sin acompañarla de las medidas complementarias, es un total desacierto.

El presidente Daniel Noboa ordenó que se derogue la tabla de consumo de drogas

Si es que con la debida inteligencia se concibiera que los consumidores de droga son enfermos (lo cual es verdad), el precautelar su salud, y el evitar que puedan ser detenidos como delincuentes, requiere de acciones pausadas y pensadas que consideren todo el entorno.

No es como se lee o escucha a muchos abogados, algunos inclusive constitucionalistas renombrados, introducir a la tabla de consumo en la Constitución para, tontamente, argumentar que la medida es inconstitucional.

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¿En qué consiste la tabla de consumo de drogas que ordenó derogar el presidente Daniel Noboa?

El Estado como tal está obligado a velar por la salud y seguridad de todos los ecuatorianos.

El consumo de drogas implica que alguien las venda, no les van a caer del cielo a quienes las consumen, por muy enfermos que sean. Quien no considera esto, o es limitado en sus concepciones, o tiene algún interés que sustenta su limitación.

Julieta Sagñay, sobre la eliminación de tabla de drogas: ‘La tabla no puede ser el único instrumento para determinar una enfermedad y sentenciar al verdadero narcotraficante’

Cuando se creó la tabla de consumo, el grupo político que lo hizo, se limitó a decir que el código penal debía reglamentar la aplicación de la misma. Algo que nunca se hizo apropiadamente, otra falencia en la visión de los creadores.

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Hay muchas drogas que son objeto de prescripciones médicas, y que como tales no pueden generalizarse en el consumo, aunque muchas son consumidas clandestinamente, porque hay quien las comercializa.

Eliminación de tabla de consumo

Si las medidas se crearan con la inteligencia requerida, en todos los campos, no solamente en el tema del consumo de drogas, muchos problemas se evitarían. Se tomarían las medidas complementarias de inmediato, evitando las distorsiones que se producen cuando quedan cabos sueltos o resquicios.

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En el caso de la tabla de consumo de drogas, la peor parte fue la de crear dicha tabla y no establecer la obligatoriedad de adquirir estas en sitios autorizados para el efecto. La pregunta obvia es si no existen sitios debida y legalmente autorizados para expender las drogas, ¿dónde las van a conseguir los consumidores? La respuesta es simple, en el mercado libre, donde predomina la libre oferta y demanda, donde reinan los traficantes y los microtraficantes.

‘La tabla establecía umbrales, pero no quiénes son drogodependientes y quiénes son narcotraficantes’

Es realmente inconcebible que abogados y constitucionalistas no tengan esta amplitud de visión, que no husmeen siquiera que gran parte de la violencia que nos asola tiene su origen en la disputa de territorios para tráfico de drogas y lo que es peor, que pseudoestadistas no hayan alcanzado a verlo.

Aciertos

Por las razones antes expuestas, creo que era una necesidad imperiosa que esa tabla sea derogada, y que se tomen las medidas verdaderas para precautelar la salud de los adictos, como, por ejemplo, obligarlos a que compren sus dosis en sitios autorizados y que tengan el comprobante de compra consigo todo el tiempo, donde se identifique el lugar donde se compró y la cantidad adquirida. El no hacerlo es favorecer al tráfico como ha ocurrido desde la creación de la tabla hasta la presente fecha, en la que, con mucho acierto, a mi juicio, fue derogada. (O)

José Manuel Jalil Haas, ingeniero químico, Quito

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