“Lex dura lex” repetían los romanos para hacer entender que “la ley es dura, pero es la ley”. A pesar de que Roma, tanto en su etapa imperial como en su etapa republicana, no era precisamente una democracia, la inclinación de ese pueblo era hacia el respeto de las leyes.

Los 6 puntos de la denuncia de Andrés Guschmer, ministro del Deporte, contra la jueza que le ordenó registrar a Antonio Alvarez como presidente de Barcelona SC

Es muy conocido, especialmente por aquellos ciudadanos que han adquirido formación jurídico-académica que el derecho romano es en mucho la base de la legislación que regula la vida de los pueblos latinoamericanos con muchas instituciones jurídicas que datan desde aquella edad antigua, como el senado, la magistratura, el plebiscito y otras.

La ley del más fuerte, propia de la época de las cavernas, recobra presencia cuando los abusivos (...) pretenden burlar las normas establecidas sin importarles el perjuicio de la sociedad.

La vocación legalista de los romanos perdura hasta nuestros días, sin embargo, en los tiempos modernos se ha puesto de manifiesto el irrespeto a las leyes, y lo que es peor, la impunidad.

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Daría la impresión de que todos quieren hacer como les parece o les viene en gana, lo cual configuraría una anarquía que no es precisamente lo que queremos vivir.

“No hay nada que festejar”, responde Andrés Guschmer, ministro del Deporte, ante el fallo judicial para que se registre nueva directiva de Barcelona SC

La ley del más fuerte, propia de la época de las cavernas, recobra presencia cuando los abusivos del poder económico, político o social, pretenden burlar las normas establecidas sin importarles el perjuicio de la sociedad.

Muchos de esos abusivos y prepotentes, prevalidos de sus condiciones de privilegio hacen selección de lo que deben acatar y de lo que no, lo cual deja en pésima posición la organización social.

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‘Barcelona SC ha sido el gran ganador’, dice Antonio Alvarez, presidente canario, luego de fallo judicial para que se registre nueva directiva

El caso litigioso entre el Barcelona SC y el Ministerio del Deporte nos deja un sabor amargo en la garganta cuando vemos que una institución de tanto renombre que, inclusive, traspasa los linderos patrios, aparentemente se empecina en desacatar una clara disposición legal que rige a todas las instituciones deportivas del país.

El Ministerio del Deporte, por su parte, se mantiene indeclinable en hacer cumplir una norma preestablecida. ¿Cuál es el mensaje que esta controversia jurídica deja para los jóvenes que idolatran al equipo amarillo? Seguramente no es el mejor ni el más adecuado, porque la idolatría no debe ser la cobija que arrope el desacato. (O)

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Enrique Álvarez Jara, periodista jubilado, Guayaquil