Según tenemos entendido, de acuerdo con nuestra Constitución, los adultos mayores gozamos de ciertos “privilegios” que, desgraciadamente en nuestro país, se incumplen a rajatabla, habida cuenta de que estos derechos nos asisten, pues fuimos los que, a través de muchos años, mediante nuestro honrado, esforzado y tesonero trabajo dimos vida al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y de una u otra forma contribuimos al engrandecimiento del Ecuador.
Sin embargo, el municipio capitalino ha hecho caso omiso de las rebajas y exoneraciones estipuladas en la Constitución, respecto al pago del impuesto predial para los adultos mayores y, al contrario, estos impuestos se han incrementado en forma escandalosa, aduciendo obras que ni siquiera las hemos visualizado. Situación similar ocurre con la devolución de IVA, dinero que de alguna manera venía a redondear un poco las escasas pensiones jubilares para los afiliados y a solventar paliativamente la vida de los no pensionistas que no gozan de este supuesto “beneficio” que, por cierto, no se trata de ningún obsequio o caridad, sino el ahorro que los afiliados hemos venido guardando durante años.
Ya va a cumplirse el año en que estas devoluciones del IVA no han sido satisfechas y, en muchos casos, los adultos mayores nos vemos obligados a endeudarnos en el afán de satisfacer nuestras necesidades más elementales.
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Carta al presidente Noboa: ¿Y los derechos de los adultos mayores?
¿Qué nos pasa ecuatorianos? ¿Es que nos hemos vuelto cada vez más fríos e indolentes y no cuidamos a nuestros adultos mayores que fueron los forjadores de nuestra patria y los que han escrito gran parte en las gloriosas páginas de nuestra historia?
Hagamos conciencia y cuidemos de estos seres que, hoy más que nunca, necesitan nuestra ayuda. (O)
Fabiola Carrera Alemán, escritora, Quito
