En la cadena de comunicación del sábado 1 de abril a las 21:00, en la cual el presidente dio unas medidas por el problema de la inseguridad que vivimos, él estaba con ropa informal y una gorra militar que al parecer él o sus asesores de comunicación o marketing político lo han de notar bien, o a lo mejor él se siente envalentonado por usarla.

Lo que pude apreciar es que esa gorra, al parecer, es para un general de división, por los dos laureles que se observan y por el parche o emblema de jefe de salto del Ala de Paracaidista; con lo que pudiera entender que algún general de la República se la obsequió como muestra de respeto y camaradería al jefe de Estado. Es contradictorio, a mi modo de ver, pues un jefe de salto en paracaidismo militar es el hombre con más responsabilidad, destreza, liderazgo y altos conocimientos de seguridad, ya que en él reposan las vidas de sus subordinados y el éxito de una operación militar; y una falla que cometa ese comando no llegará a tierra con vida. Si usa la gorra militar de jefe de salto, el presidente tiene que recordar que no puede cometer errores y todo tiene que estar debidamente sincronizado. Pero ese día su orden ocasionó alboroto en la noche, por dictar el toque de queda que empezaba desde la una de la mañana (01:00) a las cinco de la madrugada (05:00). Todos los que nos encontrábamos en un evento social, matrimonio, graduación, etc., tuvimos que terminarlo o dejarlo a medio talle con las respectivas pérdidas de comida, bebidas..., y molestias especialmente para las personas a las que les tocaba trabajar, los saloneros, músicos. Todo ese zafarrancho empezó a las 21:00 con el aviso del presidente de su toque, que también ocasionó pérdidas a varios negocios. Por eso manifiesto que un general jefe de salto no puede improvisar ni encomendarse a la suerte; todo lo hace con planificación y metodología para que los paracaídas de su equipo de combate no fallen. Póngase bien la gorra que usted desee, presidente, pero no improvise, no le falle a la gente y al país. “La mente es como un paracaídas: solo funciona si se abre”, Albert Einstein. (O)

Freddy Javier Santos Ycaza, Guayaquil