La banda presidencial del Ecuador es el símbolo emblemático del poder Ejecutivo y su entrega se realiza, en la posesión presidencial, por la máxima autoridad del poder Legislativo al primer mandatario. Así, la ceremonia de investidura supone el acto mediante el cual el poder que emana y se instituye en beneficio del pueblo, representado en la Asamblea Nacional, es conferido al presidente. Por ello, se consagra como la más alta condecoración en el Estado ecuatoriano. Elaborada con una elegante y fina tela de terciopelo, con los colores de nuestra bandera tricolor y bordada con hilos de oro, contiene un potente y necesario mensaje: “Mi poder en la Constitución”. El lema es un recordatorio de que el poder que ostenta en calidad de jefe de Estado se origina y encuentra su límite en la norma suprema. Con lo sucedido en Olón daría la impresión de que la ley y las entidades estatales están al servicio del Gobierno y no, como debe ser, las entidades del Gobierno al servicio del pueblo. Hace falta que el presidente desempolve la banda y recuerde que el poder debe estar sometido a la Constitución y ejercerse con el único fin de garantizar su cumplimiento. Usar el poder para construir un Estado próspero y no un proyecto inmobiliario particular. (O)

Michelle Carolina Londoño Yanouch, abogada, Tena