La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair sigue en el ojo del huracán, aunque nos salvó la campana en los últimos apagones. La Fiscalía General del Estado ya formuló cargos por indicios de corrupción contra varios funcionarios de gobiernos anteriores y también se cuestiona a la contratista y a la fiscalización por las fisuras en los distribuidores. Está en curso un arbitraje internacional para resolver las divergencias.

Urge aprovechar los caudales de estiaje

La erosión regresiva del río Coca cambió para siempre la vida del proyecto y por suerte se detuvo a pocos kilómetros de la captación. Sin embargo, en septiembre de 2024 el Gobierno contrató la construcción de un dique permeable a unos 8 km aguas abajo de la captación, que no tendrá oficio ni beneficio, pues permitirá el curso del río, pero propiciará la acumulación de sedimentos.

El problema de Coca Codo Sinclair es que fue diseñada como una central de pasada, sin represa ni embalse y no se previno el cambio climático. Si no hay suficiente agua pasando por el río la central se paraliza. Por eso la academia está considerando la posibilidad de construir una presa de embalse antes de la captación para que la central tenga suficiente agua en los estiajes. Hay quienes creen que no es factible, pero aprendí que todo es posible en la vida, menos resucitar.

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Y el país, ¿qué?

La idea de construir un embalse en Coca Codo Sinclair me ha dado vueltas en la cabeza desde hace algún tiempo. No soy un experto, pero conozco el proyecto casi desde el día cero. Recuerdo que cuando estuvimos en la tuneladora fue como estar en Disney. Por eso el pasado 23 de noviembre me atreví a escribir en esta misma sección que “podrían construirse dos embalses de regulación en los ríos Quijos y Salado, antes de que confluyan para formar el Coca”. También hace pocos días asistí vía Zoom a un conversatorio de la Asociación de Profesores Jubilados de la Espol, donde se propuso con los debidos sustentos, la “construcción de una presa de embalse que asegure caudales óptimos para la generación de energía en la central Coca Codo Sinclair”. También se demostró que hacer una presa antes de la captación es factible, aunque considero que deberían ser dos presas, una en el río Salado y otra en el río Quijos, antes de que se unan para formar el Coca, teniendo en cuenta que sus comportamientos son diferentes. En la construcción sería apropiado usar concreto compactado con rodillo como en las hidroeléctricas Manduriacu, minas San Francisco y otras. (O)

Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, avenida Samborondón