Por primera vez en la historia de nuestro país hemos alcanzado cinco medallas y seis diplomas olímpicos, un logro sin precedentes que nos posiciona como la tercera nación en América Latina con más distinciones de este tipo. Daniel Pintado, Glenda Morejón, Lucía Yépez, Angie Palacios y Neisi Dajomes son ejemplos vivos de que con esfuerzo, disciplina y pasión se pueden alcanzar las metas más ambiciosas. Su dedicación y sacrificio no solo han llevado el nombre de nuestra patria al podio mundial, sino que han demostrado que el deporte es una poderosa herramienta para transformar vidas y alcanzar sueños.
Lisseth Ayoví, Génesis Reasco, María José Palacios, Gerlon Congo, Luisa Valverde y Glenda Morejón, quien también ganó medalla en relevos mixtos, junto con el resto de deportistas que nos representaron, nos llenan de orgullo como ecuatorianos.
Nuestros jóvenes deben seguir el ejemplo de estos campeones y descubrir en el deporte una vía para superarse, fortalecer su carácter y representar con orgullo a nuestro Ecuador. El camino puede ser difícil, pero el éxito y la satisfacción de lograr lo que parece imposible hacen que cada sacrificio valga la pena.
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El reto del ministro del Deporte y de quienes ocupen ese cargo hasta 2028 será lograr no solo cinco medallas olímpicas, sino duplicar e incluso triplicar ese número. Nos merecemos estar entre los grandes, y ya lo somos, como lo demostraron este grupo de extraordinarios competidores en París 2024. Es crucial que el Gobierno enfoque su atención en estos atletas, a menudo olvidados, y brinde toda la ayuda necesaria para formar a más héroes olímpicos.
Mis felicitaciones y aplaudo de pie a todos ellos. (O)
Jéssica Orrala Delgado, comunicadora social, Guayaquil
