Es inaudito que durante tantos años quienes han administrado las vallas publicitarias –sin duda ganan dinero–, no hayan cancelado el consumo de la energía eléctrica. Algo parecido sucede con los radares instalados en las vías.

¿Cómo se permite que le roben a la empresa pública CNEL (Corporación Nacional de Electricidad)?, ¿quiénes alcahuetean estos actos de corrupción?, mientras que a sus usuarios, gente del pueblo llano, nos continúa facturando a discrecionalidad sin opción a reclamo; el “primero pague y después reclama”, aplica a la gente de a pie. Si los operadores de justicia cumplieran correctamente la ley en el Ecuador sin permitir el padrinazgo politiquero que la corrupción alcahuetea, los ladrones de cuello y corbata que violan las leyes recibirían las correspondientes sanciones. Exigimos al Gobierno que audite a quienes administran las empresas eléctricas en el país. ¡No más impunidad. Necesitamos un baño de verdad”. (O)

Gelacio Mora Mora, Guayaquil