Yo pensaba, como la mayoría de compatriotas, que a ciertos legisladores había que hacerles un monumento a la ignorancia, ausencia de valores y un largo etcétera. No todos, pero parece que en algo me he equivocado: ellos sí han estado trabajando, desgastando los últimos cartuchos para hacer grandes obras de campeonato, como desgastarse pensando día y noche qué fecha elegir para declarar el Día del Bizcocho. Ahora, se devanan la mente buscando la fecha para elegir el Día del Seco de Borrego, plato preferido por el paladar del ‘refugiado’ en Europa.

Para ellos son algo muy secundario los problemas del país, que se contabilizan por miles: A) La casi desaparición del Instituto de Higiene, con el perjuicio que esto significa al Estado (gastar millones de dólares en compra de vacunas para los niños pequeños, que antes las producía en el Instituto Izquieta Pérez). B) Cerrar el Hospital Valenzuela, bastión de la lucha contra la tuberculosis, enfermedad que está proliferando especialmente por los ‘hacheritos’, hijos y víctimas del famoso decreto inventado para favorecer a los patrones de Cuba y Venezuela, manipuladores del socialismo de izquierda sacratizado en la famosa reunión en la ciudad de Sao Paulo; y el narcotráfico internacional. Mientras que ciertos jurisconsultos, en pose de artistas de televisión, descubren el agua tibia del hombre del maletín, de la promesa de cargos públicos por el Gobierno de Lasso, se han olvidado de pensar en los maletines repletos de dólares para la compra de votos desde Europa, negociaciones que buscan tener a quien sabemos en el solio presidencial. C) El panorama nacional se presenta sombrío, también a través de declaraciones de amenazas de la naturaleza, como los efectos devastadores de El Niño, cuyos más visibles perjudicados serán agricultores y ciertos barrios pobres de nuestro Litoral que se inundarán con las lluvias y las enfermedades que de esto se derivan. ¿Acaso estos asuntos preocupan al Legislativo? D) Las amenazas de erupciones de volcanes podrían acarrear catástrofes en nuestra región Interandina. ¿Se preocuparán de este otro problema los legisladores?, ¿tendrán noción de lo que significa el cambio climático? (O)

José González Williams, pediatra, Guayaquil