Con su ejemplo ético, compromiso con su país y liderazgo, el general Solón Espinosa Ayala convirtió a la Contraloría General del Estado en una institución respetable y modelo para otros países de la región. Estableció como prioridad institucional contar con personal competente y comprometido con la ética y la eficiencia en la aplicación de nuevas técnicas de control y la auditoría gubernamental. Esta prioridad se evidenció cuando en 1973 publicó en los medios de comunicación un concurso público para contratar auditores, lo que permitió que muchos jóvenes que no teníamos amigos ni familiares influyentes ingresemos a trabajar en la institución luego de un proceso transparente de selección y posterior capacitación especializada. Emitió normativas la Ley Orgánica de Administración Financiera y Control que logró cambiar la anticuada fiscalización por la auditoría moderna, para lo que contó con el apoyo de consultores internacionales como Jim Wesberry y un equipo de profesionales ecuatorianos.

Falleció el general Solón Espinosa Ayala

La vocación de servicio de Solón Espinosa no se limitó al control y la auditoría, y entre muchos logros lideró el desarrollo estratégico de Solca (sede Quito) para atender a miles de pacientes. Sus actuaciones evidencian lo que puede lograr la ética y la competencia para el bien del país, pero también revela con contundencia los efectos negativos que la falta de estos valores produce en las instituciones, como lamentablemente ocurrió con la Contraloría a la que tantos esfuerzos dedicó, cuya reconstrucción es responsabilidad del actual contralor. Con su fallecimiento ocurrido el pasado 2 de junio, el Ecuador perdió a una persona con integridad digna de ser tomada como ejemplo de bien para ejercer actividades públicas y privadas. Descanse en paz, digno patriota ecuatoriano. (O)

Mario Andrade Trujillo, Quito