La tecnología aporta beneficios y también trae daños y consecuencias como a las mujeres sauditas que tienen que soportar que sus derechos y libertades son menospreciados e inalcanzables para ellas, pero no para las máquinas, la primera robot con ciudadanía (saudita).

Entregan ciudadanía con permiso especial a la robot Sofia –puede caminar sola sin compañía de hombre, sin usar abaya y vestido largo que le cubra los pies–, en un país en el cual las mujeres no son valoradas en todos los aspectos por la tradición religiosa, por las leyes. Dicha robot tiene más derechos que la mujer en Arabia Saudita. (O)

María Belén Andrade Díaz, Quito