El hogar es aquel lugar donde los valores deben de impartirse, pero es utópico creer que todos los padres encaminan con valores formando hijos que son responsables, éticos, etc.

Desarrollo humano integral y proyecto educativo deberían ser más que materias, pueden llevarse a la praxis con la interacción escuela–comunidad. Las actividades extracurriculares de movimientos infantiles y juveniles, pastorales, llevan de la mano la ayuda social a los niños dentro y fuera de las escuelas, a base de la necesidad que exista en la comunidad y sus alrededores. Comprometerse para llevar a estos espacios formación humana, principios que mejoren las condiciones para vivir en una sociedad buena. (O)

Melanny Meza Anzules, Guayaquil