El pasado miércoles, 27 de noviembre, nuevamente recibimos la visita del señor candidato y actual presidente de la República, Daniel Noboa, pero como siempre sucede, para insatisfacción de los chimboracenses, su presencia fue intrascendente, sin ningún anuncio relevante, ni el compromiso para iniciar la ejecución de obras y proyectos trascendentales.
La inacción del Gobierno está matando al país
Pero algo que llama la atención es que ninguna autoridad de elección popular en Chimborazo, prefecto, alcaldes, presidentes de gobiernos parroquiales y concejales, y mucho menos el gobernador, solicitan dialogar con el jefe de Estado para informarle que, en nuestra provincia, estamos totalmente abandonados y desatendidos del poder central, porque solo vivimos de ofrecimientos y compromisos incumplidos.
A las pruebas me remito: carreteras estatales intransitables y en pésimas condiciones, inclusive, soportamos una vergüenza a nivel nacional con la carrera ciclística al Ecuador, porque el recorrido no se cumplió como estaba previsto, debido a la calamitosa situación de las vías que le corresponde rehabilitar al Estado.
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El rompecabezas de la seguridad
Debido a la sequía y estiaje, los agricultores se encuentran desamparados de los ministerios competentes; los hospitales públicos siguen padeciendo con la escasez de medicamentos y de especialidades médicas, y algunos con su infraestructura destruida; los guardias pertenecientes a empresas de seguridad y las educadoras de los centros de desarrollo infantil que regenta el MIES no reciben sus sueldos desde hace varios meses; los casos de desnutrición crónica infantil en las comunidades rurales de Chimborazo no han merecido una primordial atención; y las unidades educativas fiscales requieren mejorar sus edificaciones. Estos son algunos de los ejemplos que demuestran el quemeimportismo, la desidia e inoperancia de nuestras autoridades. (O)
Arturo Lara Noriega, comunicador social, Riobamba
