El Qhapac Ñan es considerado una de las mejores obras de ingeniería inca que se mantiene hasta hoy. Con sus 30.000 km de longitud atraviesa toda Suramérica, desde Argentina hasta Colombia. A través de este camino, el inca ejerció su poder absoluto y totalitario sobre su imperio.
La izquierda extremista y el socialismo del siglo XXI cabalgan triunfantes de Argentina hasta el Perú, con similares objetivos que el inca, mancillando la espada de Bolívar, entonando su tonada de combate “Alerta, alerta…” , y apoderándose del control político de todos estas naciones. No lo han logrado en Ecuador ni en Colombia. En esta última están a punto de conseguirlo, a menos que los defensores de la libertad le cierren el paso, igual que el pueblo lo hizo en el Ecuador.
En Perú el socialismo del siglo XXI, Sendero Luminoso y la izquierda extrema, abiertamente tras su alfil Pedro Castillo, seguramente obtendrá la presidencia de esa nación con base a un programa político mariateguista y revanchista, que va mas allá de la simple ideología marxista. Propugnan la lucha de clases. Declaran al sistema político actual como gamonalista-feudal y pretenden destruirlo desde el poder, por medio de una revolución constituyente e implantando el colectivismo indígena ancestral como organización equilibrada de la sociedad, aniquilando la democracia, el sistema neoliberal y la economía social de mercado.
En Colombia encubren sus designios desestabilizadores tras el legítimo derecho constitucional a la resistencia, motivados por el desempleo, la pobreza, la falta de educación y la inoperancia de sus lideres políticos, agudizada por la pandemia. Han provocado la protesta callejera, infiltrándola mediante la violencia, para conseguir la anarquía y la alarma, generan el desconcierto ciudadano recurriendo al terrorismo con sus huestes financiadas por el crimen organizado y a un estado de indefensión, con un permanente estado de guerra contra la fuerza pública. No quieren paz, diálogos ni conquistas sociales. Pretenden la destrucción del sistema político y la implantación de su modelo socialista y comunista con Petro en el poder.
Mañana el Ecuador quedará convertido en la isla de la democracia del Pacifico sudamericano, bajo la amenaza permanente de su reconquista por el socialismo del siglo XXI. Será muy ardua la defensa del imperio de nuestro sistema neoliberal de libre mercado y justicia social. Requiere urgentemente que el presidente Lasso, reiterando la veracidad de su palabra y honrando sus promesas electorales, proceda de inmediato a la depuración de la quinta columna socialista-correísta, cuya reinserción, inadvertidamente, estaría permitiendo en su administración, ratificando de esta manera la inexistencia de cualquier compromiso con esa facción política. En reciprocidad, quienes le dimos nuestro voto, estaríamos dispuestos de ser necesario, volver a combatir a su lado como antes, solidaria, democrática y exitosamente a la incesante actividad sediciosa internacional, e impedir que conviertan al Ecuador para siempre, en otro tambo socialista del Camino del inca.