Es común escuchar a ciertos políticos cuando se refieren a los niños y adolescentes ecuatorianos decir que constituyen el futuro de la patria, lo cual no es solo irónico, sino una falacia total.

Si el presente de estas criaturas es deplorable, cómo podemos aseverar que son el futuro de la patria cuando para ellos, en su gran mayoría, el futuro no existe o, de avizorarlo, no es, por desgracia, de lo más prometedor.

Niños en riesgo por vacunación incompleta

Con precaria alimentación y una desnutrición que bordea el 27,2 % en los niños menores de 2 años, carentes de lo elemental para tener una vida digna, sin escolaridad o, en el mejor de los casos, con una mala educación y, víctimas de la violencia intrafamiliar o del abuso sexual por parte de familiares y extraños, aseverar que son el futuro de la patria es como proferir una blasfemia.

Cómo podemos afirmar que lo son cuando, según el diario digital Primicias del 13 de este mes, en el 2022, de los 53.847 embarazos, 3.386 fueron de niñas de 10 a 14 años, mientras que los 50.461 restantes se identificaron en adolescentes de 15 a 19 años. Es decir, niñas cuidando a niños en calidad de madres, víctimas de violaciones, con un cuerpo no preparado para la maternidad, viviendo una vida de adulto cuando aún no han terminado su infancia. Dejan de estudiar para atender a una criatura no deseada, que viene al mundo con debilidades producto de una gestación y de una alimentación inadecuadas.

Enrique Pita alerta de que algunos candidatos están usando la imagen de menores de edad para proselitismo político

Si bien el número de niñas y adolescentes embarazadas en Ecuador es alarmante, hay otra cifra que también genera preocupación, agrega la fuente citada: los embarazos interrumpidos por las complicaciones obstétricas. Según el Ministerio de Salud, de los 53.847 embarazos registrados en 2022, 13.926 presentaron problemas que impidieron que los niños nazcan. La meta del Gobierno es reducir el embarazo adolescente hasta 2031... Para evitar que más niñas y adolescentes presenten problemas durante el embarazo, el Ministerio de Salud publicó la ‘Normativa para la atención del embarazo’ y la ‘Normativa para la prevención y detección de violencia en niñas y adolescentes’, con las que busca reducir los riesgos durante el periodo de embarazo.

Las preguntas que nos hacemos, entonces, son qué hacemos para prevenir y si se cumple con lo dispuesto en estas regulaciones, si estas han llegado a los lugares idóneos para su aplicación y si hay realmente la voluntad en las prefecturas, municipios, juntas parroquiales, centros educativos, medios de comunicación y en las organizaciones barriales para lograr su difusión y debida aplicación.

Este es uno de los tantos problemas que afronta la población ecuatoriana. Nos gustaría conocer si en los planes de los candidatos a presidente de la República y para asambleístas constan estos propósitos y la forma de llevarlos a cabo.

No podemos seguir ignorando estas realidades que son lacerantes. Un pueblo desnutrido no puede jamás alcanzar un grado de desarrollo intelectual normal ni tampoco físico. Por eso es que rechazamos el eslogan de que los niños y adolescentes son el futuro de la patria, cuando, repetimos, ni ellos mismos lo tienen y son unas víctimas más del sistema violento e inequitativo que vivimos. (O)