Según un estudio hecho, en Estados Unidos, por varias empresas que estudian los hábitos de consumo, las nuevas generaciones marcan una tendencia que se inclina por las redes sociales, antes que por los medios de prensa tradicionales, al momento de informarse.

Según estos estudios, el factor generacional es predominante a la hora de elegir el medio para mantenerse al día con las noticias, y el punto de quiebre pareciera ser la edad de los consumidores; así, los adultos a partir de 40 mantienen su preferencia por la prensa escrita o televisiva, mientras los más jóvenes utilizan con mayor gusto las webs de noticias.

Ello es comprensible, ya que estas nuevas generaciones ‘nacieron’ con los dispositivos electrónicos en la mano; mientras que para quienes ya pintamos canas, se trata de un gusto adquirido que no terminamos de saborear. Sin embargo, trayendo este análisis estadístico un poco más al fondo, debemos decir que todos aquellos vicios y defectos que se critican a los medios tradicionales se encuentran presentes, y tal vez con mayor énfasis, en aquellos nuevos medios elegidos por las generaciones digitales.

Ello porque todos los medios están dirigidos, elaborados y pensados por seres humanos; y, con decir esto basta para entender que las tendencias, odios, ideas, versiones, intereses y miedos de los que ‘hacen’ noticia siguen presentes en el medio que se elija para transmitirla.

A falta de verdaderos códigos de ética aplicables a los manejos del internet y todos sus canales, la calidad de las noticias se vuelve poco confiable, lo cual genera una dificultad para conseguir información real. Esto sin mencionar que el derecho a la réplica es prácticamente inexistente.

Sin hacer generalización, pues sí existen muchos medios serios y confiables en internet, hay que decir que muchas de las páginas web de noticias, redes sociales y portales de información de corte supuestamente independiente tienen como objetivo principal generar un tráfico alto que les permita hacerse más apetecibles para la inversión publicitaria. Por ello, el formato elegido para presentar sus noticias es entretenido, con grandes titulares y mucho material audiovisual; pero lamentablemente sin mayor análisis ni rigor periodístico.

Con lástima en este tipo de medios, no se estaría apostando por informar a la ciudadanía ni crear conciencia, sino por masificar ideas, generar debates superficiales para captar la atención de las masas.

Lo dicho grafica el panorama actual, a propósito de los 100 años de fundación que mañana cumple Diario EL UNIVERSO, institución que ha marcado con su paso el ritmo de la historia de nuestro país, consolidado como uno de los pocos bastiones de la prensa libre que ha logrado sobrevivir a las tendencias políticas y de consumo, permanentes amenazas con las que ha lidiado la prensa a lo largo del tiempo.

Desde esta columna hacemos votos porque El Mayor Diario Nacional siga siendo parte de la vida de los ecuatorianos, adaptándose a las nuevas realidades y desafiando al tiempo, para seguir cumpliendo con su misión de informar de manera independiente, como lo ha hecho en este primer siglo de vida.

Larga vida para EL UNIVERSO. (O)