En pocos días empieza el juzgamiento de una nueva edición de los Effie Awards Ecuador, que a diferencia de otros reconocimientos que premian la creatividad, estos celebran la efectividad lograda por campañas de marketing y comunicación.

El Effie, creado en 1968 por la American Marketing Association en EE. UU., hoy se lleva a cabo en más de 40 países y es uno de los premios internacionales de mayor prestigio.

En Ecuador está presente desde 2004, creciendo en relevancia y categorías de participación cada año. Hoy se pueden inscribir campañas en 63 categorías entre productos y servicios, categorías especiales, digitales y de impacto positivo. El ranking del país lo lidera en agencias McCann y en anunciantes Cervecería Nacional.

Effie Awards Ecuador cumplió dos décadas de premiar a las ideas que funcionan

Estos premios tienen una particularidad con respecto a otros reconocimientos de la industria, y es que los casos que participan se presentan en conjunto entre el anunciante y su agencia de comunicaciones.

¿Qué es lo que me llama la atención de los Effie? El sistema de inscripción no consiste en enviar las piezas finales de una campaña, sino en llenar rigurosamente una ficha muy completa que considera cuatro secciones: la primera es Desafío, contexto y objetivos, que detalla tanto el contexto del mercado como el económico, social y cultural considerados para la campaña, así como los objetivos específicos y cuantificables que se esperan alcanzar. La segunda es Insight e idea estratégica, que contempla la descripción de la audiencia y la calidad del insight descubierto que da origen a la idea estratégica. La tercera es Dando vida a la idea, que describe la ejecución de la idea estratégica en términos de creatividad, cohesión y efectividad de la implementación en los medios y por último está la cuarta: Resultados, que detalla el resultado tangible atribuible a la campaña, siendo el criterio más relevante para ser merecedor de un premio Effie.

Si observamos este procedimiento y lo proyectamos hacia atrás, podemos convertirlo en un Mindset muy particular, una forma de pensar y trabajar entre cliente y agencia, definido por la disciplina de los factores Effie y transformado en una metodología.

Lo interesante de este Mindset Effie radica en su aplicabilidad más allá de la competición por los premios. Al adoptar esta metodología, las empresas y agencias pueden asegurarse de que cada campaña esté diseñada y ejecutada con una claridad de propósito y una alineación estratégica que maximice su impacto, reforzando más esa alianza estratégica.

En un entorno donde la competencia es feroz y los presupuestos son cada vez más ajustados, adoptar un enfoque estructurado y colaborativo puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. El Mindset Effie no solo nos enseña a pensar de manera más crítica y a medir con precisión, sino que fomenta una cultura de comunicación y colaboración que es esencial para el éxito a largo plazo.

Esta metodología ofrece un camino hacia la excelencia en la comunicación que va más allá de los premios. Hoy me encuentro en Costa Rica, socializando este método a través de un Effie Camp con profesionales de Honduras, Guatemala y el país anfitrión. Veremos qué pasa. (O)