El Día Internacional de la Mujer se conmemora cada 8 de marzo, pero no es una fecha exclusiva para hablar de sus logros, capacidades, obstáculos que afrontan, sino también de la legislación a su alrededor. Este Diario realizará el próximo 28 de agosto el foro “Mujeres que rompen paradigmas”, para abordar la realidad actual de ellas en el Ecuador.

Lisseth Ayoví será una de las invitadas al foro ‘Mujeres que rompen paradigmas’, organizado por Diario EL UNIVERSO

La legislación ecuatoriana ha aprobado en los últimos tiempos leyes como la de igualdad salarial entre hombres y mujeres y la ley de economía violeta. Ambas con normas para reconocer el trabajo femenino que aporta al desarrollo del país.

Desde el oficialismo se explica que es temprano para evaluar los efectos de los cuerpos legales, pero no lo es para analizar la actualidad con quienes, en distintos escenarios, han roto paradigmas, han logrado cargos de responsabilidad y abren camino para que se mantenga y acelere el crecimiento profesional e igualitario de la mujer.

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‘Las universidades e institutos tienen una población de cerca de 1 millón de estudiantes, un 60 % son mujeres y 40 % hombres’, expresa Ana Changuín, extitular de Senescyt en foro de EL UNIVERSO

En ese marco este Diario busca, con un nutrido panel de profesionales, aportar con planteamientos, estrategias, vivencias y exigencias para que las políticas y derechos de igualdad no se queden en letra muerta y los desafíos que día a día enfrentan las mujeres sean reconocidos.

La Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), revela que el ingreso laboral promedio de un hombre en julio pasado fue de $ 485,2, en contraste con lo que percibe una mujer, que fue de $ 394,6. Es solo una muestra de la brecha salarial sin ahondar en cargos y responsabilidades.

¿Por qué las mujeres ganan menos que los hombres en Ecuador, aunque tengan un mismo cargo?

La mujer está cada vez más capacitada para ejercer cargos de responsabilidad, puestos que por años fueron de exclusivo desarrollo de los hombres. Y no es extraño verlas en campos técnicos y hasta considerados de fuerza. Los sectores público y privado tienen el gran reto de hacer respetar las normas, que no se trata de un regalo sino de igualdad de derechos para quienes trabajan en las mismas condiciones intelectuales que los hombres. (O)