Con emoción los integrantes de la Academia Ecuatoriana de la Lengua celebraron la noche del viernes los 140 años de vida institucional con una sesión solemne organizada en casa nueva; en el restaurado edificio en Cuenca y Chile.

La academia se creó un 4 de mayo de 1875, luego de la reunión de los primeros académicos, en la casa de Pedro Fermín Cevallos. Su nacimiento fue comunicado a Madrid meses antes, en 1874, ya que en ese año se registró el diccionario de la Real Academia Española.

Susana Cordero, directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, recordó que la entidad capitalina es la segunda academia correspondiente de la Española, luego de la de Colombia, fundada en 1871.

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Cordero no dudó en demostrar su satisfacción y emoción “por celebrar estos dos hechos excepcionales”, en referencia al aniversario 140 y también a la casa reestructurada en la que se encuentran desde hace ya seis meses.

En ese lugar, en el que hasta 1979 enfrentaron un sinnúmero de percances, no pudieron permanecer mucho tiempo. Un año después, en 1980 salieron del lugar porque grupos de negociantes y el comercio habían invadido el sector en el que se levantaba la institución.

José Manuel Blecua, presidente de la Real Academia Española, quien estuvo en el festejo del aniversario, se mostró complacido de haber colaborado desde el inicio con los aportes necesarios para lucir, ahora, una casa.

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“La lengua es el camino del conocimiento y la lengua también es el camino de las libertades”, expresó Blecua en su corto discurso, al tiempo de aclarar que la tarea de los académicos, en ese lugar, es el de “servir a la sociedad”.