Han pasado dos décadas desde que el astro del grunge Kurt Cobain se suicidó –el 5 de abril de 1994–, cuando tenía 27 años, pero sigue siendo un referente cultural para aquellos a los que influyó y maravilló en su corta carrera artística.

Algunos lo conocieron, otros simplemente lo admiraron y todos fueron conmovidos de una manera profunda e inolvidable por el artista que fue cantante, guitarrista y principal compositor de la agrupación estadounidense Nirvana.

Billie Joe Armstrong, cantautor y guitarrista de la banda de punk rock Green Day, de EE.UU., recuerda que escuchó de Nirvana a través de sus lanzamientos con el sello Sub Pop, incluido su álbum debut Bleach, pero no puso atención. Un año después Nirvana era famoso en todo el mundo.

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Cobain se volvió una especie de poeta aclamado torturado, una figura que Armstrong cree que fue tan importante como lo fueron Lennon y McCartney en los años 60.

En tanto, el vocalista de Arcade Fire, Win Butler, todavía sigue los pasos de Cobain y Nirvana. Tras ganar el Grammy al álbum del año en el 2010, Butler y su banda presentaron un disco en el 2013, ignorando las tentaciones de la música pop, de una forma parecida a como Nirvana grabó su último disco In Utero, en 1993.