En una muestra de agradecimiento a Ecuador y en el marco de celebrar sus fiestas patrias, Chile se hizo presente ayer por segunda ocasión en la Capilla del Hombre (un edificio de arte concebido por el fallecido artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín) con una donación cultural: una réplica de una momia de la cultura Chinchorro.

La primera vez que Chile entregó un obsequio fue antes de la inauguración de la Capilla. Ese país donó una cúpula de cobre, en un espíritu de cooperación cultural.

La réplica de la momia fue develada la tarde de ayer en la Plaza de la Integración de Latino América, en el interior de la Capilla, en donde estará en adelante con otros elementos ya existentes que denotan la presencia cultural de América Latina.

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En la plaza se muestran ya esculturas y piezas de otros países, como México, Guatemala y Honduras. Esa momia viene de un lugar árido, aseguró Gabriel Ascencio, embajador de Chile en Ecuador, durante su discurso de develizamiento.

La pieza, de la cultura Chinchorro, que data del año 5.000 a.C., salió del norte de Chile, de la zona costera y de una cultura dedicada a la cerámica y a la metalurgia.

El descubrimiento chileno indica que la cultura prehispánica tiene que ver con un elaborado o ajuar funerario para el ritual de la muerte.

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La cultura Chinchoro concebía a la muerte no como el término de algo sino como el inicio de algo nuevo. Es así que se representaba a la figura de pie, lista para emprender una nueva vida. La cara de la momia, incluso, está muy viva gracias al adorno de pequeñas láminas de metal que cubrían el rostro.

Detalles
ARQUEOLOGÍA.

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Características de la réplica
Las características de la réplica de la momia son: El cuerpo pertenece a un niño de unos 12 años, de tipo rojo, pesa como 1,2 kilos y mide 70 centímetros de alto y 22 centímetros de ancho.

Distinción de la cultura
La cultura Chinchorro se distingue de los demás complejos arqueológicos del área norte chilena por poseer una práctica compleja y desarrollada de la momificación artificial de cadáveres.