El francés Gérad Depardieu, abonado a las declaraciones estridentes, vierte ahora una inesperada confesión en forma de una autobiografía en la que el actor que dio vida a Cyarano de Bergerac o a Obélix reconoce que se prostituyó de joven con hombres homosexuales.

"Les gusto a los homosexuales, lo supe muy joven, con 10 o 12 años", escribe el actor, de 65 años, en "a cest fait comme a" (Hecho de aquella manera), un relato de 170 páginas que publica Éditions XO.

Depardieu, que recientemente ha dicho que llega a consumir hasta 14 botellas de alcohol en un día y que se arrepiente de haber interpretado la versión libérrima de Dominique Strauss-Kahn en la polémica cinta "Welcome to New York", de Abel Ferrara, agrega que continuó rodeándose de homosexuales más adelante, para conseguir dinero.

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"Pronto tenía todo un grupo de hombres. Manipulaba a algunos para desvalijarles", escribe el actor, famoso también por haberse exiliado de Francia por motivos fiscales para abrazar la nacionalidad rusa.

Cuando el dinero no le alcanzaba, prosigue, se dedicaba a desvalijar tumbas con un amigo para robarles las joyas y los zapatos a los muertos, actividades delictivas que a los 16 años le llevaron a prisión por el robo de un auto.

El psicólogo de la prisión le dijo que tenía manos de escultor, recuerda el excesivo actor, que en 1988 interpretó a Rodin en el largometraje "Camille Claudel", de Bruno Nuytten.