La festividad mexicana que honra a los fallecidos es el fondo de la nueva película animada "El libro de la vida" ("The Book of Life").

Los astros Zoë Saldaña y Diego Luna dicen que el Día de los Muertos, con sus grandiosas celebraciones y altares coloridos, es material perfecto para una cinta dirigida a toda la familia. Saldaña conoce la tradición por sus raíces dominicanas; Luna la ha festejado desde que era un niño en su nativo México.

Trailer de El libro de la Vida.

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En la película, que se estrena el viernes en Estados Unidos, un día después que en México, Luna hace la voz de Manolo, un niño al que le encanta tocar la guitarra pero que está destinado a convertirse en torero como su padre y su abuelo. Saldaña hace la voz de María (en inglés; Sandra Echeverría en español), una chica independiente querida tanto por Manolo como por el mejor amigo de éste, el guerrero Joaquín (Channing Tatum).

En el Día de los Muertos, Manolo debe viajar de su pequeño pueblo en México a mundos fantásticos — la Tierra de los Recordados y la Tierra de los Recordados — para descubrir su verdadero destino.

Alternando entre ellos inglés y español, Saldaña y Luna conversaron recientemente con The Associated Press sobre el Día de los Muertos, sus tradiciones y sobre encontrar el valor para cantar en cámara.

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P: ¿Cuáles son sus experiencias personales con el Día de los Muertos?

Saldaña: Me gustaría que los dominicanos fueran más festivos recordando a sus muertos. Cada aniversario uno prende velas por toda la casa y tienen que ser velas blancas. Uno compra flores, va al cementerio, pero en realidad nadie se ríe, todo el mundo está llorando, es un drama todo el tiempo. La abuela se desmaya y uno tiene que agarrarla ... cada año. "¿Un cafecito?", y la abuela responde "Sí, sí, sí".

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Luna: Para mi papá fue una herramienta para hablar sobre el asunto. Y la película se convertirá en una herramienta para que los padres empiecen a discutir un tema como este: lo que significa la ausencia y qué sucede. Y también, porque es la forma de conectarse, recordando a alguien, que uno se asegura de que no desaparezca por completo, su energía se queda ahí. Estamos aquí por tan poco tiempo ... Todos nos vamos (a morir), así que por qué tener miedo. Es lo único que tenemos por seguro. Podemos tener miedo de lo que no sabemos que va a ocurrir. Pero si va a pasar, aceptemos y celebremos la idea.

P: Las tradiciones de la festividad, ¿son como en la película?

Luna: Uno hace un altar, y en el altar pone lo que a esa gente le gustaba. Yo tuve que lidiar con la muerte desde muy pequeño, así que recuerdo a mi padre decir "pongamos en el altar lo que a tu mamá le gustaba". Era tequila. Ella fumaba, así que siempre había un paquete de cigarrillos, y el tipo de comida que le gustaba. Y uno lo pone ahí para que en la noche ella venga y experimente lo que le gustaba del mundo en el que uno todavía vive.

P: ¿Alguna preocupación de que este filme pueda explotar esas tradiciones?

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Saldaña: Estoy emocionada de poder compartir un aspecto de nuestra cultura, como latinos, que ... de verdad valoramos profundamente, que admiramos entre nosotros. Ahora que el mundo podrá ver eso, les dará otra capa de conocimiento de lo que la cultura latina abarca cuando se trata de su herencia.

Luna: Creo que cuando eres un niño es el momento adecuado para hablar sobre diversidad, el momento adecuado para saber que hay algo distinto a lo que uno conoce... Si hay algo que te hace diferente, eso te hace más rico también, y descubrir eso es importante cuando uno es niño. Creo que esta película celebra la inteligencia del público joven, y eso es emocionante.

AP: Diego, cantas a lo largo de todo el filme. ¿De dónde sacaste el coraje?

Luna: Al principio fue doloroso. He pasado 34 años diciéndome que no era capaz de hacerlo... (El compositor ganador del Óscar) Gustavo (Santaolalla) dijo, "intentemos", y dijo que había trucos, que podíamos tener a otro cantante con una voz similar a la mía. Pero entonces pensé en el día en que mi hijo me dijera, "¿Puedes cantar esto papá?" y yo tuviera que responderle, "No, mentimos, hijo. No es mi voz, yo no puedo hacer eso". Pero Gustavo hizo un trabajo fantástico ... así que en el momento en que dijo, "¡Tú eres capaz, puedes hacerlo!", yo dije, "perfecto". Si Gustavo lo dice, no me importa más nadie.