Springfield y los amarillos personajes que la habitan son parte de varias generaciones que hoy festejan con ellos los 25 años del estreno del primer capítulo de la serie Los Simpson (17 de diciembre de 1989). Aunque su primera aparición en realidad ocurrió dos años antes, como una serie de cortometrajes, de 1 a 2 minutos en El show de Tracey Ullman.

Esta familia creada por Matt Groening y compuesta por Homero, Marge, Bart, Lisa y Maggie; ha hecho reír, gustado, ofendido e incluso provocado críticas de presidentes.

Ganadora de múltiples premios y con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, la serie Los Simpson ha tenido a través del tiempo innumerables referencias en distintos ámbitos, además de una enorme lista de invitados especiales, entre los que constan tres ex-Beatles.

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Actualmente va ya por la temporada 26 y, según una nota de la agencia DPA, aunque de los 13,4 millones de espectadores que vieron la primera solo queda la mitad, su cuota de pantalla sigue siendo estable y un sueño para la mayoría de series.

Según el mismo artículo, Los Simpson es la serie más longeva de la pantalla chica de Estados Unidos. Los treintañeros de hoy prácticamente no conciben la televisión sin estos entrañables personajes. Sus protagonistas han llegado a ser homenajeados con sellos de correos. Incluso Marge Simpson posó para la revista Playboy.

Su origen, en el programa de Ullman, también en la entonces joven cadena Fox, mostró los episodios de los personajes amarillos las tres temporadas que tuvo el show.

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Pese al fin del espacio de Ullman, los divertidos personajes animados convencieron a los directivos de darles una oportunidad por sí solos, y no se equivocaron.

Hoy muchos se preguntan si la Fox habría sobrevivido aquellos años sin Los Simpson. Y es que la serie no solo les reportó dinero y fama, sino que además se convirtió en un hit que exportaron a numerosos países de todo el mundo.

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Con un marcado matiz autobiográfico, como Groening ha reconocido en más de una ocasión. "He derrochado tanto tiempo en mi vida viendo la televisión que la única manera de justificarme era crear mi propia serie y convertir esa experiencia en documentación", recordaba el creador hace unos años en el Mipcom.

Con su familia en la cabeza, Groening dio forma a estos personajes que han ido evolucionando con el paso de los años y no se han resistido a meterse con todo.

Pese a ser dibujos animados, no hay nada más lejano de la realidad que tildar a esta serie de infantil. Si por algo se caracteriza, es por romper moldes y ser un producto directamente destinado al público adulto pese a su apariencia inocente.

Desde sus caras dibujadas, critican duramente a la sociedad estadounidense y se comportan de forma grotesca: beben y eructan sin problema alguno, Homero babea por donas y cerveza y no es precisamente un duro trabajador.

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Con rumores periódicos sobre su cancelación debido a los altos sueldos de los actores que ponen voz a los personajes de Los Simpson, de momento la continuidad de la serie está garantizada por una temporada más, que ya se está grabando.

La historia de Springfield

Los Simpson viven en la ciudad ficticia de Springfield. Sin embargo, en EE.UU., 35 estados tienen localidades con ese nombre. Por ello, antes había la duda de cuál había servido de inspiración para Matt Groening. Este dijo, en el 2012, que había tomado la palabra del programa Father Knows Best, uno de sus favoritos, en el que los protagonistas también vivían en una ciudad ficticia llamada Springfield, cerca de la ciudad de Portland, en el estado de Oregón.

Como hace un cuarto de siglo, el núcleo sigue estando en Springfield, la ciudad natal de la familia. A qué ciudad estadounidense corresponde es algo que el creador de la serie, Matt Groening, dejó a propósito abierto. Y el resto, deriva de su propia biografía: los nombres de los protagonistas son los de su familia y muchos de los personajes secundarios están inspirados en otros reales. Ese microcosmos en el que para cada grupo laboral y tipo de persona hay un alter ego es uno de los puntos fuertes de "Los Simpson".

Además, los personajes invitados también han contribuido a su éxito. Entre los que prestaron su voz alguna vez a los amarillos dibujos figuran desde tres de los cuatro Beatles a Michael Jackson, el cineasta alemán Werner Herzog o el primer ministro británico Tony Blair. Eso sí, la cuestión de las voces no ha estado exenta de polémica.

Tras la temporada 23, Fox pidió a los protagonistas de la serie que aprobaran un drástico recorte de sus sueldos -que con más de 250.000 dólares por episodio de 23 minutos siguen siendo astronómicos-. Actualmente van ya por la temporada 26 y, aunque de los 13,4 millones de espectadores que vieron la primera solo queda la mitad, su cuota de pantalla sigue siendo estable y un sueño para la mayoría de series.

Seguidores y detractores

Al comienzo, la crítica no estaba del todo convencida con las aventuras del padre de familia Homer (Homero, en Latinoamérica), la agobiada Marge, el descarado Bart, la sabelotodo Lisa y la pequeña Maggie, que en 25 años no se ha quitado los pañales y sigue sin aprender a andar ni a hablar (excepto la palabra "daddy", papá, pronunciada en su versión original por la entre tanto fallecida diva Elizabeth Taylor).

Para los estadounidenses más devotos, la serie era demasiado herética, las organizaciones de mujeres la consideraban demasiado descarada, los islamistas demasiado occidental, los rusos demasiado americana... Y lo más importante de todo: ¿dibujos animados para adultos? Sin embargo, los Simpson resultaron ser perfectos como producto de marketing, y no solo en televisión: hoy en día es posible decorar una casa exclusivamente con productos inspirados en estos seres amarillos. O construírsela.

Récord en pantalla

Hace cinco años, "Los Simpson" superaron el récord del western "Gunsmoke" como la serie más longeva de la pequeña pantalla estadounidense. Los treintañeros de hoy prácticamente no conciben la televisión sin estos entrañables personajes. Con 31 Emmys en su haber, lideran también el ranking de trofeos y sus protagonistas han sido homenajeados con sellos (estampillas) de correos. Incluso Marge Simpson llegó a posar casi desnuda para la revista "Playboy".