Antes de la aparición de los discos de vinilo, otros ocupaban su lugar dentro de la industria discográfica, los de carbón. Fernando Molina los recopila desde hace poco más de quince años, cuando los descubrió entre los lotes de vinilos que adquiría para aumentar su colección.

Comenta que en su posesión tiene discos de fines del siglo XIX y de principios del XX. Incluso algunos de ellos solo tienen marcado un solo lado. Actualmente los expone en el museo Presley Norton, en Guayaquil.

Entre las características que los diferencia, según Molina, están que los surcos son un poco más profundos, son hechos de grafito –por eso son un poco más duros–, pero también más delicados, porque son quebradizos y se reproducen solo a 78 revoluciones por minuto.

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“Tengo alrededor de 250 discos de carbón, los primeros los encontré en los lotes que compraba y después he comprado independientemente”, comenta Molina, quien agrega que no son fáciles de conseguir, pero como conoce a personas que venden este tipo de grabación pudo acumular tal cantidad.

Asimismo indica que suelen ser un poco caros. Regularmente paga alrededor de $ 50 por cada ejemplar. Añade que algunas personas mayores los tienen y no los quieren vender porque son recuerdos o por su valor monetario.

Como anécdota cuenta que en una ocasión tuvo que hacer un ‘trueque’ con alguien para obtener uno. “Un amigo tenía uno y no me lo quería vender, al final tuve que ofrecerle dos o tres de vinilo para que me lo cambiara”, dice este guayaquileño de 49 años. (E)

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Detalles
Exhibición

Museo
La exposición de discos de carbón de Fernando Molina estará abierta hasta el domingo 2 de agosto en el museo Presley Norton (av. 9 de Octubre y Carchi). También hay textos e imágenes que permiten conocer mejor este formato.