Antes veíamos a Guayaquil lejana en su inseguridad; ahora otras ciudades la vamos entendiendo: hay vías en donde está la muerte.
Dicen que pasarán varias generaciones para que la sociedad ecuatoriana tome conciencia de por quién vota. O
Si el Estado diera alternativas de sobrevivencia, no habría este conflicto de intereses.
Aunque haya un impulso privado para salir de esta crisis económica, se necesita del aparato estatal.