La historia de la NBA ha dejado fraes antológicas para el recuerdo. Muchas de ellas, son recordadas por corresponder a grandes partidos o a momentos clave, pero otras poseen, simplemente, un humor desternillante que, desde la ironía y el sarcasmo, permiten conocer más de cerca la mejor Liga del mundo, publica diario AS de España.

A continuación, hacemos un recopilatorio de las mejores de siempre, las más importantes por trascendentes o porque sacan una carcajada a cualquiera. Aquí van:

“Siempre recordaré la noche en la que Mike y yo nos compenetramos para meter 70 puntos entre los dos” (Stacey King, tras el mítico Cavaliers-Bulls en el que Michael Jordan metió 69 puntos… y él 1)

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A Antoine Walker le preguntaron la razón por la que tiraba tantos triples aunque muchas veces sus porcentajes eran muy pobres: “Porque no hay canastas de cuatro puntos”

“Tengo una familia que alimentar” (Latrell Sprewell después de rechazar una oferta de los Timberwolves 21 millones de dólares por tres años)

A Scott Skiles le preguntaron qué podía hacer Eddy Curry (2,13) para mejorar sus pobres cifras de rebotes capturados. Exasperado con el pívot, se limitó a contestar: “Saltar”

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“Al menos conseguimos que no nos metieran 100 puntos” (Larry Brown, después de que su equipo perdiera 93-61)

“Todos los jugadores de la NBA están mal pagados. Hasta Kevin Garnett lo estaba cuando cobraba 28 millones de dólares al año” (Sam Cassell)

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“Tengo más hambre que un somalí”: Stephen Jackson, cuando se le preguntó si seguía conservando su espíritu competitivo. El propio Jackson, un gran generador de titulares, explicó así su actitud ante la presión: “Yo me follo a la presión”. Otro de sus momentos más celebrados llegó tras un partido de pretemporada en el que fue expulsado: “Me han expulsado en todas las pretemporadas por lo menos una vez. Simplemente estoy repitiendo mis costumbres habituales”

“No lo sé, aún no me lo han dicho los médicos” (Brandon Armstrong cuando le preguntaron en cuál de los dos piernas sufría una tendinitis)

“Se limita a estar quieto debajo del aro, pero el caso es que haciendo eso es bastante efectivo” (Ray Allen sobre Shawn Bradley, pívot alemán de 2,29 que jugó doce años en la NBA)

Después de los 81 puntos de Kobe Bryant a los Raptors, Jalen Rose, que por entonces jugaba en la franquicia canadiense, dijo esto: “Supongo que nuestra gente de scouting actualizará sus datos para que no nos los vuelva a meter”

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Rose se tomó también con filosofía una paliza encajada ante el primer LeBron James, recién llegado a la NBA. Cuentan que les dijo a sus compañeros en el vestuario: “Tranquilos, pronto cumplirá 21 años, podrá comprar alcohol y tabaco y se acabó”. Tampoco se privó de criticar cómo gestionaron los Raptors la salida de Vince Carter: “Hasta yo en la Playstation y jugando en modo manager habría sacado más que mi equipo real por el traspaso”. En una línea similar se expresó Lamar Odom cuando le preguntaron si le había sentado mal que los Heat le mandaran a los Lakers para hacerse con Shaquille O’Neal: “¿Mal? Hasta yo jugando al NBA Live en la Playstation habría hecho ese traspaso”

A Julius Hodge le preguntaron después de ganar veinte kilos de músculo durante un verano de trabajo intenso si pensaba que iba a ser fundamental para su juego: “No lo sé, pero al menos estaré más sexy en la playa”

Consejo de padre a hijo. Este fue el de Bill Walton a Luke cuando fue drafteado por los Lakers y preguntó a su mítico padre qué tenía que hacer para tener una carrera próspera en la NBA: “Tú cada vez que la tengas, pásasela a Shaquille O'Neal”

Una dedicatoria muy especial, la de Alonzo Mourning a sus compañeros de Miami Heat cuando fue elegido Defensor del Año: “Gracias por haber dejado que os superaran tantas los jugadores a los que marcabais para que así tuviera que pararles yo”

"Karl Malone se ha pasado más tiempo en el gimnasio del que Corey Maggette lleva vivo" (Bill Walton)

Lamar Odom y los controles antidoping: “Te tomas un zumo y ya te sale que estás limpio”

Chris Morris, al pianista de un club y para impresionar a una chica: “Toca algo de Picasso"

Ahora un pequeño recuerdo a jugadores que se tomaron sus propias limitaciones con un magnífico sentido del humor:

“Barkley y yo sabemos que no nos van a traspasar. Él lo tiene estipulado en su contrato y yo sé que ningún equipo me quiere fichar” (Joe Kleine)

“Muchas veces me mencionan en la misma frase que a Michael Jordan. Dicen: ‘Se parece más a un Scott Hastings que a un Michael Jordan’” (Scott Hastings)

“Estoy aterrorizado, creo que soy el mejor jugador de este equipo” (Scott Hastings, antes de la primera temporada de Miami Heat en la NBA)

“Esperaba que esta vez hubiesen usado algo más original para meterme en la lista de jugadores lesionados. No sé, algo como caspa crónica” (Mark Pope)

"Cada vez que un equipo me ficha hay un equipo menos que no se da cuenta de que no puedo jugar en esta Liga. En Estados Unidos hay unos 5.000 jugadores mejores que yo que nunca han jugado en la NBA" (Mark Pope)

“Con lo malo que soy, es un orgullo ser el duodécimo jugador de la rotación de un equipo” (Mark Pope)

“El pívot titular tiene un suplente que a su vez tiene un suplente que también tiene otro suplente. Pues bien, yo soy ese suplente” (Darrall Imhoff)

Una de las mejores historias de Phil Jackson vuelve a sus tiempos de entrenador CBA. Cuando cruzó la frontera de Canadá para jugar un partido con diez jugadores negros en su furgoneta, las autoridad le preguntaron sobre el tipo de negocia por el que viajaba: “¿Es que no lo veis? Tráfico de negros"

Otra de Jackson, el Maestro Zen: "El médico me dijo que a la piedra que tenía en el riñón le había llamado Kobe Bryant porque no había forma de que pasara"

Dos de la relación de Marcus Camby con el brasileño Hilario Nene recién llegado a la NBA, en Denver: “Hablo algo de español, podré comunicarme con él”. Y otra: “A veces se pone en la zona a gritar cosas en su idioma. Entonces es cuando te das cuenta de que está enfadado de verdad”

Larry Bird tiene, claro, anécdotas legendarias. Cuando Chuck Person trató de desconcentrarle usando el trash talking, Bird se acercó al técnico de los Pacers y le dijo: “Cámbiale, porque si le dejas en pista te juro que os voy a destrozar”. Para entonces ya tenía el respeto de la NBA, algo que se tuvo que ganar como rookie. En el primer partido que le arbitró Earl Strom, Bird no paraba de quejarse de faltas que le hacían: “¿Cuándo vas a pitar algo de una puta vez?”. “Ahora”, contestó Strom, “Justo ahora, novato: número 33, técnica"

Earl Strom tiene otra anécdota inolvidable con el entrenador de los Jazz Frank Layden. Este, ante el horrible partido de su equipo, buscó ser expulsado para lavarse las manos. Así que comenzó a insultar a un Strom que le contestó: “Sé lo que intentas conseguir pero si yo tengo que tragarme esta mierda, tú también te quedas”

El técnico más mítico de los Jazz, Jerry Sloan, sufrió en sus carnes el tiro en su propio aro para fallar, coger el rebote y sumar un triple-doble de Ricky Davis. DeShawn Stevenson se tomó la justicia por su cuenta y Sloan le defendió: “Yo le habría golpeado aún más fuerte y me da igual ir a la cárcel por pensarlo”

“Tratamos de jugar fuera como en casa. Y es fácil porque apenas vienen aficionados cuando jugamos como locales” (Dion Glover, sobre la afición de Atlanta Hawks)

“Solo entiende la mitad de lo que digo, igual que cualquier otro jugador norteamericano” (Jeff Van Gundy, sobre la adaptación de Yao Ming)

“Manute Bol es tan delgado que su equipo gasta muy poco dinero cuando viajan para jugar fuera de casa, simplemente lo envían por fax” (Woody Allen)

Gregg Popovich también merecería un capítulo aparte, aunque una de sus cumbres fue la entrada al despacho de George Bush en la visita a la Casa Blanca de los Spurs campeones. El técnico señaló a Tony Parker y preguntó: “¿Puede entrar el francés?"

“¿LeBron James? Creía que le fichábamos para que me ayudara a meter más puntos” (Ricky Davis)

Esa podría ser la mejor de un compañero de LeBron… si no hubiera existido Darius Miles: “No me preguntéis más por el subnormal de LeBron. Es un inútil, el verdadero cáncer de este equipo… no, estoy bromeando. En realidad quería comprobar si me atendéis cuando hablo”

Donyell Marshall tuvo que pagar al chino Megke Bateer para que le cediera el dorsal 42. Se lo tomó con... resignación: “Esos europeos saben negociar…”

Cuando a Jerome James le dijeron que Nate McMillan había hablado de egoísmo e individualismo en el vestuario de los Sonics, contestó: “Me da igual lo que diga, sólo me importa lo que digo yo”

“Dormiría en la caseta de tu perro con tal de salir de Portland” (Damon Stoudemire a un fan de los Knicks que le ofreció dormir en su casa con tal de que fichara por el equipo neoyorquino)

El inolvidable Greg Ostertag se refirió así a la posibilidad de ceder un riñón a su hermana, que necesitaba un trasplante: “No sonó a un buen plan. Fue como cuando te invitan a ir de pesca”. El mismo Ostertag que habló de esta forma de Brad Miller: “Sé que me voy a llevar muy bien con él. Nos veo a los dos yendo después de entrenar a cazar algo que podamos comernos después de los partidos”

“Desde que me retiré no he perdido ni velocidad ni salto: nunca tuve ninguna de las dos cosas” (Kurt Rambis)

“Hay dos formas de discutir con las mujeres y ninguna de las dos funciona” (Carlos Boozer)

Mark Jackson, sobre el baloncesto a los dos lados del Atlántico: “Me he dado cuenta de que aún puedo jugar. Y lo he hecho al ver a todos esos jugadores lentos y robóticos del extranjero que están ganando medallas. Los Juegos Olímpicos me han dado esperanza”

David Stern, sobre la suspensión para toda la temporada de Ron Artest: “Fue unánime. 1-0 en la votación. Gané yo”. Y Artest, después Metta World Peace, sobre ese período fuera de las pistas: “Diseño, compongo música, quiero escribir un libro… trato de ser positivo. Soy un gran fan del último Nobel de la Paz, quienquiera que sea”

Yao Ming: “¿Que qué música he escuchado desde que llegué a EE. UU.? Lo que más, el himno de Estados Unidos”. Al chino le costó adaptarse, desde luego. Cuando ya llevaba meses en Houston le preguntaron cómo llevaba el tema del idioma y se limitó a contestar: “Dejémoslo en que mi traductor sigue aquí”

El mítico grito de guerra de Dikembe Mutombo antes de sus partidos de NCAA con Georgetown: “¿Quién quiere tener hoy sexo con Mutombo?”

“Ambos equipos jugaron duro”: esta frase forma parte de la jerga de la NBA desde que Rasheed Wallace contestó así a todas las preguntas en una rueda de prensa postpartido: “Both teams played hard”. Lo hizo como protesta porque acababa de ser multado por la Liga por pasarse de frenada ante los micrófonos tras un partido anterior: volvió a ser sancionado

Así razonaba Del Harris que era mejor tener mano derecha en su trato con los jugadores: “Moses Malone me dijo algo muy feo durante un partido y yo le contesté: ‘Moses, después si quieres hablamos de sexo pero ahora lo que quiero es que cojas rebotes”

Eran otros tiempos. Así explicó el ucraniano Vitaly Potapenko cómo fue su desembarco en la NBA: “No sabíamos nada de los niños americanos. Nos decían que todos sabían disparar armas pero era una farsa. La primera vez que vine a Estados Unidos estaba muerto de miedo, pensaba que no me aceptarían. Luego me di cuenta de que la gente era parecida a mí”

Y, para terminar todo este repaso, una ración de frases para el recuerdo de algunos de los mayores mitos de toda la historia de la NBA. Algunos ya han aparecido un poco más arriba, pero merecen repetir:

“Entrenar a un equipo es fácil. Lo difícil es que gane partidos” (Elgin Baylor)

“Si buscas la definición de grandeza en el diccionario verás que pone Michael Jordan” (Elgin Baylor)

“No vas a conseguir nada en la vida si sólo te esfuerzas el día en el que te sientes bien” (Jerry West)

“Incluso cuando este viejo y canoso y ya no pueda casi ni moverme seguiré amando el baloncesto” (Michael Jordan)

“He fallado más de 9000 tiros, he perdido más de 300 partidos. He fallado 26 veces un tiro para ganar sobre la bocina. He fracasado una y otra vez en mi vida. Y esa es la razón por la que he acabado teniendo éxito”. (Michael Jordan)

“Todo el mundo anima a David, nadie quiere que gane Goliat” (Wilt Chamberlain)

“El sexo era una parte esencial de mi vida igual que lo fue el baloncesto. Por eso era soltero” (Wilt Chamberlain)

“¿Los cien puntos en un partido? Podía haber metido 140 si hubiéramos jugado un baloncesto más directo” (Wilt Chamberlain)

“Sigue y sigue hasta el final. No cedas ni un palmo hasta que suene la bocina” (Larry Bird)

“Me da igual que jugador me marque pero no quiero me pongan blancos a defenderme. Creo que es una falta de respeto a mi juego” (Larry Bird)

“Esta es mi teoría: si das el cien por cien siempre, de alguna manera las cosas acabarán saliendo bien” (Larry Bird)

“El liderazgo es tirarse a las gradas para salvar una bola que se escapa por la banda. Meter al público en el partido, meter a tus compañeros en el partido. Esa es la única manera de ganarse el respeto de los tuyos” (Larry Bird)

“No me gusta hablar de dinero. Solo puede decir que Dios ha querido que tenga mucho” (Larry Bird)

“El baloncesto es un juego de negros y lo seguirá siendo siempre” (Larry Bird)

“Un equipo sólo apreciará a un gran jugador si este está dispuesto a sacrificarse al máximo por sus compañeros” (Kareem Abdul Jabbar)

“No quiero fama ni exceso de protagonismo. Lo único que quiero es jugar al baloncesto y marcharme después a mi casa” (Kareem Abdul Jabbar)

“Creo que no lo hice mal contra la mayoría de jugadores que me defendieron” (Kareem Abdul Jabbar)

“Creo que conseguí tantas cosas porque jamás me relajé y jamás descansé. Y no lo hice porque no pensaba que fuera lo suficientemente bueno como para poder permitírmelo” (Kevin Johnson)

“No te preguntes qué pueden hacer tus compañeros por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tus compañeros” (Magic Johnson)

“Con 49 años puede decir algo que nunca hubiera dicho cuando jugaba: lo que me ha acabado haciendo mejor persona han sido mis fracasos y mis desgracias” (Bill Walton)

“Mi barba es una mierda. Es la única barba en la historia de la cultura occidental que hace que la de Bob Dylan no tenga tan mala pinta en comparación” (Bill Walton)

“Soy el jugador con más lesiones de la historia del deporte” (Bill Walton)

“Basketball is basketball” (Oscar Robertson)

-“Ser africano es lo mejor que me pudo pasar en la vida. De ahí emanan todos los principios básicos que rigen mi vida” (Hakeem Olajuwon)

-“No necesito demasiadas cosas. No me va el glamour y todo eso. Sólo me siento feliz de poder jugar al baloncesto” (LeBron James)

“Ser respetado es algo mucho más importante que ser popular” (Julius Erving)

“Me puse a jugar al baloncesto para que mis padres no tuvieran que trabajar tanto” (James Worthy)

“El tesoro más preciado que he tenido en mi vida ha sido el baloncesto” (Isiah Thomas)

“Mi vida no ha tenido mucho sentido, solo he encontrado pequeñas fases de satisfacción, como si todo hubiera girado siempre en torno al baloncesto” (Pete Maravich)

“Dando pasecitos fáciles al pecho no vas a ganar un millón de dólares” (Pete Maravich)

“Ahora sonrío con nostalgia cuando veo una pelea en la NBA. Ya no hay narices rotas ni ojos morados como sucedía tan a menudo en mis tiempos” (Bob Cousy)

Dominique Wilkins, cuando la NBA le dejó fuera de su lista de los 50 mejores jugadores de la historia (en 1996): “Eso da lo mismo si estás en el Hall of Fame. Además, todos sabemos que no he sido uno de los 50 mejores: he sido uno de los 25 mejores”.

“Las finales de la NBA no son más que una guerra de voluntades” (Bill Laimbeer)

“Mucho café. Mucho café mezclado con Gatorade. Es una mezcla infernal. Si algún día te levantas cansado, combina café y Gatorade. Y luego me cuentas cómo te va el día” (Kevin Garnett)

“¿Lo que estoy haciendo ahora? Perseguir la perfección?” (Kobe Bryant)

Y para terminar, por supuesto, Bill Russell: “La única estadística que importa de verdad es el resultado final”. (D)