Este 2025 es muy importante en la historia de nuestro deporte por la celebración del centenario de tres entidades nacidas en Guayaquil y tiene mayor relieve que la proximidad del campeonato nacional de fútbol –de tan pobres espectáculos– y las cicateras contrataciones de los dos equipos guayaquileños que sobreviven en ese torneo. Nos extraña el aspaviento de ciertos fichajes, por ejemplo el de Felipe Caicedo, un exjugador, que un medio estruendoso y ligado a alguna sociedad anónima encubierta o a ciertos negociantes ha llamado “el retorno de un ídolo de Barcelona”. ¿Desde cuándo si nunca vistió la divisa oro y grana; si jamás jugó en la primera categoría del fútbol nacional? Que nos digan los patrocinadores de alharacas tarifadas cuándo nació esa idolatría. Además afirma que Caicedo es tan “patriota” que lo primero que preguntó es cómo estaban las cosas en el país. Esto es lo que hacen en las redes sociales los expertos en tráfico de imagen en el revuelto y lodoso mundo del fútbol.