La escena fue bastante simpática: al finalizar el primer tiempo, los jugadores de Independiente del Valle rodearon al árbitro Luis Quiroz y protestaron airadamente. Le reclamaban más minutos de adición que los tres que había dado. Y tenían razón, entre la lesión de Joao Rojas y la expulsión de Cabeza era para cuatro o cinco, hasta seis. Pero la imagen no deja de ser graciosa: ¡Independiente del Valle quejándose al réferi…! Todos los hinchas de fútbol del mundo, jugadores y directivos sueñan jugar una final y que el juez los dirija como Luis Quiroz a Independiente del Valle: toda falta o posible falta a favor, concedida puntualmente; en todas las del rival, siga siga… Amable con el local, severísimo con el visitante. Implacable, diríamos. El arbitraje perfecto. ¡Qué lindo que te dirijan siempre así…!