Francia fulmina a Mbappé por su lamentable Eurocopa (L’Equipe lo calificó con un 2 ante Portugal y con un 3 frente a España). Romario y Ronaldo le dieron duro a Vinícius (“no es ese jugador del que dices ‘si juega bien, Brasil será campeón’, no es un joga bonito”). Bellingham no brilla en Inglaterra pese a marcar un par de goles. Los tres candidatos al Balón de Oro 2024 se deshilachan a nivel selección, pero asombra Lamine Yamal, siendo la luz que más ilumina la Eurocopa ¡con 16 años…! A la edad en que todavía un chico le pide permiso a su madre para ir a jugar a la placita, Lamine le mete golazos a Francia para llegar a la final. Y cruzando el océano, con 21 años más, Messi también llega a otra definición por el título, una más, la número 43 de su inigualable carrera. La palabra impresionante queda chica en él. Messi ya no debe ganar el Balón de Oro, pero los que vienen reclamando el trofeo no hacen mucho por ganarlo.

  • Trabajoso. Así ha sido el camino de Argentina para llegar a buscar un nuevo título. Triunfos sin brillo ante Chile, Perú, Canadá, empate dramático con Ecuador… Está claro que no es el mismo equipo que ganó el Mundial de Catar. Han pasado veinte meses, y eso es bastante en fútbol. Así como Uruguay y Colombia están en subida, Argentina está en bajada. Se nota y no es una crítica, le sucede a cualquier grupo que ha logrado altos objetivos. Se llega a la cima y luego comienza el descenso.
  • Oficio. Con ese atributo sacó adelante la semifinal contra Canadá. Un equipo que parece menos de lo que realmente es. Por algo llegó ahí, complica, batalla. Un delicioso pase profundo de De Paul a Julián Álvarez que el joven del City finalizó por debajo de las piernas del arquero Crepeau decidió tres cuartas partes del juego, porque el equipo de la hoja de arce sintió el impactó. Ese gol machacó su ilusión. El segundo fue más producto de la insistencia que de la virtud.
  • Previsible. Mantiene el carácter, pero se ha convertido en un equipo desabrido, sin chispa, sin frescura, sin cambio de ritmo, ya no tan potente adelante y sí más vulnerable atrás, aunque ese fenomenal arquero que es Dibu Martínez disimula dificultades. No tiene recambio de jugadores. Scaloni se ha cansado de buscar, pero no aparecen cracks nuevos como reemplazo inmediato. Los que dan garantías son siempre los mismos. La formación titular es igual a la del Mundial. No tiene nombres afuera que deban estar. Son esos y no hay más. Deberá levantar mucho si quiere ganar en la final. Es, sobre todo, un equipo cansado. Y ya hay varios que están grandes. Messi, Otamendi, Di María, De Paul.
  • Poco. “Hoy apoya sus ilusiones en el arquero, el Cuti Romero y el respeto que sigue imponiendo Messi... pero es poco. El medio perdió músculo e ideas”, opina con acierto Héctor Pérez, consumado tuitero. “McAllister bajó el nivel que supo mostrar. De Paul y De María tienen muchísimos kilómetros encima y Enzo Fernández está volviendo de una operación, aunque nunca fue un imprescindible. Tendrá que apelar a la garra si quiere repetir el domingo. Con lo exhibido hasta acá no creo que le alcance”.
  • Sin magia. “Argentina tendrá 24 horas más de descanso que su rival para la final. Ante Canadá fue un partido tranquilo, suave, de intensidad intermedia. Creo que ese es un plus que físicamente lo pondrá en condiciones más equilibradas para la final, pero es un equipo que se ve repetido, agotado y sin magia”, dice Andrés Magri, director de la revista Fútbol Total, de Colombia.
  • Penales. Scaloni es joven, aunque con la sabiduría de un anciano. Y es consciente de que ganar en los 90 será complicado. Con cualquier rival le costará horrores. Incluso llegar a penales no sería una pretensión descabellada. Y en esa instancia tiene un arquero mágico.
  • Convocatoria. En el rubro que aplasta Argentina es en público. Ninguna selección se le acerca siquiera. Juegue donde juegue, es a estadio completo. En sus cinco cotejos vendió 366.200 entradas a un promedio de 73.240 por juego. Con este desglose: Canadá (70.564), Chile (81.106), Perú (64.972), Ecuador (69.456) y Canadá (80.102). No vende más por la capacidad de los estadios. Conste que es apenas la decimoquinta colonia de inmigrantes en Estados Unidos. Antes están México, Puerto Rico, El Salvador, Dominicana, Guatemala, Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, etcétera.
  • Mérito. A lo largo de 108 años y 48 ediciones, la Albiceleste llega por 30.ª vez a la definición del torneo, es récord. En 15 fue campeón, en 14 subcampeón, queda por dilucidar la del domingo. Eso se llama grandeza.
  • Camino I. “Siempre le acomodan la ruta para que llegue a la final a Argentina, es la mimada de la Conmebol y la FIFA”, insisten. Muy por el contrario, siempre le ha sido adverso. Solo basta recordar dos ejemplos. Los mundiales de 1986 y 1978. En el Mundial de México, Argentina debió enfrentar a cuatro campeones del mundo: Italia, Uruguay, Inglaterra y Alemania. Único caso. Y ganó el título.
  • Camino II. Peor fue lo del Mundial 78. Como todo anfitrión, se esperaba un sorteo sencillo, sin embargo, nunca un local debió sortear tantos escollos. Cayó en un grupo terrible: una poderosa Italia, que le ganó 1 a 0 y que obtendría el Mundial siguiente, con Zof, Scirea, Gentile, Cabrini, Causio, Bettega, Paolo Rossi; la Francia de Platini, Lacombe, Giresse, Rocheteau, Bossis, Battiston, Genghini, Six, Tressor. Con esa camada lograría la Eurocopa 1984. Y la última Hungría fuerte después de los Magiares Mágicos. En adelante debió vérselas con la Polonia que deslumbró en Alemania, la de Lato, Szarmach, Deyna, Zmuda, Tomaszewski. Y ante un Brasil con Zico, Dirceu, Batista y otros guitarristas. Luego, enfrentar a un Perú pleno de figuras como Cubillas, Cueto, Velásquez, Oblitas, Muñante, Chumpitaz… Aunque a este lo agarró cansado y ya eliminado. Y en la final, la Naranja Mecánica, una Holanda tremenda de juego y carácter, que había arañado el título cuatro años antes sin ser menos que Alemania. Conservaba ocho titulares de 1974: Jongbloed, Krol, Jansen, Suurbier, Neeskens, Haan, Rep y Rensenbrink. Un noveno -Rijsbergen- quedó en el banco. Con el agregado de René y Willy Van der Kerkhof, los mejores gemelos que el fútbol haya visto. También dio la vuelta olímpica Argentina.
  • Protagonismo. Desde el 2000 hacia acá, Argentina ha llegado a 2 finales mundialistas, a 6 de Copa América, a 2 de Juegos Olímpicos y 3 del Mundial Sub-20. Algún mérito debe tener. (O)