El torneo Preolímpico Sudamericano que se cumple en estos días en Venezuela y que otorga dos plazas para los Juegos de París 2024 es para futbolistas menores de 23 años, de acuerdo con las reglas del Comité Olímpico Internacional (COI). Desde Barcelona 1992 los equipos clasificados para los JJ. OO. pueden incluir en su nómina hasta tres jugadores mayores de los 23 años de edad.

Todos los países de la Conmebol han dado gran importancia a la gran cita multideportiva. En Juegos Olímpicos el fútbol empezó a jugarse en 1900 en París. Fue recién en la edición de 1924 en que hizo su debut un equipo sudamericano: Uruguay. Nadie en Europa conocía de las virtudes del juego de esta parte del mundo y sus lecciones de toque y gambeta. De 22 países participantes 18 eran europeos, que terminaron como meros aprendices ante la calidad y la capacidad goleadora de los uruguayos que tenían a José Mariscal Nasazzi (capitán y líder indiscutible de aquella selección charrúa); al volante José Leandro Andrade, apodado Maravilla Negra por los franceses; al delantero Pedro Cea, llamado el Peón por su incansable trabajo dentro del campo de juego; a Héctor Scarone, bautizado como el Maestro, y al centrodelantero Pedro Petrone. Ganaron la medalla de oro con 20 goles a favor y 2 en contra. Repitió Uruguay en 1928 en una gran final con Argentina. El mejor fútbol del mundo se había radicado en las orillas del río de La Plata.

Argentina logró su primera presea de oro en 2004, después de perder la final 3-2 ante Nigeria en los Juegos de Atlanta 1996. Con un gol de Carlos Tévez, hace 20 años, venció a Paraguay, que se quedó con la medalla de plata. En ese combinado albiceleste estuvieron, además de Tévez, Javier Mascherano, Roberto Ayala y Andrés D’Alessandro; el entrenador era Marcelo Bielsa. Lo logró otra vez en 2008 con un gran equipo en el que formaban Lionel Messi, Juan Román Riquelme, Mascherano, Sergio Agüero y Ángel Di María, entre los más famosos.

Publicidad

Brasil también ha dedicado su entusiasmo a las aspiraciones de competencia olímpica. Con cinco coronas mundiales, tres preseas de plata olímpicas y dos de bronce, el oro se mostraba esquivo para la Auriverde. Hasta 2016, cuando jugó la final con Alemania en un encuentro que terminó empatado y se definió en penales, con un Maracaná repleto y alborozado. Con la cuenta 4-4 el lanzador alemán no pudo superar a un especialista como el arquero Weberton. El último penal para Brasil fue convertido por Neymar para darle la anhelada medalla dorada a la Canarinha. El orgullo vino por partida doble, pues volvió a ganar el oro olímpico en los Juegos de Tokio 2020.

Toda esta larga relación histórica tiene un motivo: mostrar cuánto importa a los países sudamericanos lograr un cupo en los Juegos Olímpicos. Basta revisar las nóminas del actual Preolímpico en Venezuela. En Argentina aparecen jugadores que acaban de ser transferidos por sumas millonarias a clubes de Europa. Su joya más preciada es Claudio Echeverri, apodado Diablito, quien acaba de ser vendido al Manchester City en una cantidad cercana a los $ 30 millones, pero por tener 17 años no podrá militar en el elenco de la Premier League hasta 2025. También juegan Valentín Barco, transferido de Boca Juniors al Brighton inglés; Thiago Almada, campeón mundial en Qatar 2022, y Santiago Castro, vendido esta semana al Bolonia, de Italia.

Brasil incluyó, entre otros famosos, a Endrick, de 17 años (la misma edad de Kendry Páez), cuya ficha fue adquirida hace poco por Real Madrid en $ 40 millones. Chile tiene a Damián Pizarro, de Colo Colo, a punto de pasar a Udinese de Italia. Colombia cuenta con Óscar Cortés, del Lens, de Francia; y Devan Tanton, vendido hace poco al Fulham inglés. Estos son solo algunos nombres de jugadores muy jóvenes y de futuro inmediato en Europa.

Publicidad

Con este panorama todos pensábamos que Kendry Páez era un fijo en nuestra Tricolor, considerando que es un futbolista que ya ha destacado en selecciones menores, que es titular en Independiente del Valle, ganador de la Copa Sudamericana, y ha jugado encuentros en la selección mayor. Pero no estuvo en la lista el jugador que ha sido ya vendido al Chelsea por aproximadamente $ 20 millones (según el diario The Sun, de Londres), por Independiente del Valle, una empresa de jugosos negocios. La razón esgrimida por el técnico Miguel Bravo dejó dudas y sospechas.

Su frase “inmortal” fue “Kendry Páez está plenamente formado. Ha tenido un crecimiento muy grande, por lo que como sub-23 tenemos que buscar generar que vayan surgiendo nuevos talentos”. Mientras las potencias que han ganado medallas de oro olímpicas convocan a jugadores de gran nombradía, nosotros nos damos el lujo de prescindir del mejor de ellos.

Publicidad

¿Fue una decisión técnica o una imposición dirigencial para no arriesgar a un jugador que está económicamente bien valorado? ¿Hay temor de que una lesión de Páez pudiera echar al traste la más alta negociación de un jugador ecuatoriano? ¿Está suficientemente formado desde lo técnico un jugador que tiene solo 29 partidos en primera división? ¿Es para los dirigentes o el DT el Preolímpico un mero laboratorio de pruebas en el que no tiene importancia la obtención del cupo a los Juegos Olímpicos?

Hay una verdad que no temo decirla porque primero está la verdad, aunque esta provoque reacciones violentas y amenazas. En cada episodio relacionado con convocatorias sorpresivas aparece el nombre de Independiente del Valle y su influyente dirigente Michel Deller, que fue, con innegable influencia, vicepresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol hasta el 2022.

Para la Copa América 2021 el DT Gustavo Alfaro convocó a José Hurtado, marcador de punta de Independiente del Valle, quien fue el primer asombrado por el llamado. La sorpresa estaba en que los mejores en su puesto eran Byron Castillo, de Barcelona, y Romario Caicedo, de Emelec. El 9 de octubre de ese año fue citado para los partidos con Venezuela y Colombia. Después tuvo escasos minutos ante Bolivia y fue titular el 5 de noviembre ante Chile. Su alineación abrió “un polémico debate”, como dijo diario El Comercio, pues su papel fue mediocre y fue reemplazado por Castillo a los 57 minutos. ¿La convocatoria y su alineación tenían un argumento? Hurtado estaba siendo negociado con el Bragantino, de Brasil, que compró su pase en enero de 2022 ($ 3,5 millones).

El caso de Kevin Rodríguez fue el que armó el mayor bullicio. El delantero militaba en el Imbabura de la serie B. El 12 de noviembre de 2022 (ocho días antes del debut en el Mundial) jugó 27 minutos en un amistoso ante Irak. Con solo esa carta de presentación fue llevado a Qatar. Alfaro lo puso ante los dueños de casa y ante Senegal (en ambos partidos entró al minuto 90). Su valor en Imbabura era de $ 500.000. Ya como seleccionado, y habiendo jugado un mundial, fue comprado por Independiente el 3 de enero de 2023. Félix Sánchez Bas lo volvió a citar y a los pocos días era vendido al Royale Union Saint Guilloise, de Bélgica por $ 4,5 millones.

Publicidad

¿Convocatorias o ausencias por negocio? ¿Casualidades? ¿Coincidencias? (O)