Si en un principio el Brighton prefirió no escuchar ofertas por Moisés Caicedo durante la ventana de transferencias de verano, desde ahora con el director técnico Graham Potter en el banquillo del Chelsea, sumado el grueso de la billetera de los nuevos dueños del club londinense -liderados por Todd Boehly-, se antoja poco probable que los directivos de los Seagulls no acepten sentarse a conversar con sus pares de una potencial negociación por el mediocampista ecuatoriano, a partir de enero, en el mercado de invierno.