Cuando Carlos Henrique Casemiro (30 años) llegó al Manchester United, uno de los pocos consejos que le dieron fue que redujera la dosis de cafeína. Acostumbrado a beber más de 10 cafés al día, el legendario centrocampista brasileño era capaz de tomar un expreso justo antes de dormir. No es extraño pues que, nada más aterrizar en la Premier League, su deseo por jugar fuera manifiesto, pero Erik ten Hag prefirió esperar siete semanas. Por eso le brindó su primera titularidad en Goodison Park.