Para Fluminense y Boca Juniors, el título de la Copa Libertadores es mucho más que un trofeo: es una vía para sanear sus cuentas, debido a los premios que concede el torneo. El campeón se embolsará $ 18 millones, a los que se suman otros $ 3 millones ya garantizados por la clasificación automática a la fase de grupos del torneo en 2024, una plaza que no tienen asegurada ni el brasileño ni el argentino.