En una participación azul que comenzó hace 60 años los enfrentamientos de Emelec contra equipos de Venezuela en la Copa Libertadores no son frecuentes. Lo que sí es habitual es que se subestime al adversario cuando este proviene del país llanero. Aquello no ocurre en los ámbitos de los clubes ecuatorianos y de la Selección, sí entre los aficionados y algunos periodistas. Cuando el rival es venezolano en el medio nacional se habla de “obligación de ganar”, de “puntos asegurados”, o se dicta una sentencia apresurada: “Somos mejores, con todo respeto” (en la Copa América 2021 se pronosticó un “triunfo fácil” de la Tricolor ante la Vinotinto, afectada por múltiples bajas causadas por el coronavirus, pero fue empate a 2).