En Boca Juniors, la paz sigue siendo un bien escaso. Y aunque Juan Román Riquelme intentó calmar las aguas disolviendo el Consejo de Fútbol, la salida de Raúl Cascini dejó más ruido que silencio. El ex volante central, pieza clave en la gestión y voz combativa del presidente, decidió marcharse con un discurso breve pero cargado de tensión.

“No vengo a aclarar nada, ya todos saben cómo son las cosas. Me fui del club. Me causa mucha gracia cosas que están diciendo, por ejemplo, que le estoy haciendo juicio. Soy un agradecido a Boca, a su presidente (Riquelme), que es mi amigo”, expresó ante los medios en la sala de prensa de Casa Amarilla, en el estadio la Bombonera.

Foto: AFP

Sin embargo, el momento más fuerte llegó después. “Hay que tener cuidado a la hora de hablar. Porque uno tiene familia, amigos, mis padres, y hay cosas que duelen, que me molestan. Entonces ahora, como yo no trabajo más en el club, a partir de ahora nos vamos a ver las caras. Eso va a estar bueno, va a estar lindo”, lanzó, en un mensaje sin nombre ni apellido, pero con un claro tono amenazante.

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El gesto dejó en evidencia una de las razones de su salida: sus modos directos y confrontativos, que durante mucho tiempo fueron el escudo de Riquelme, pero que también terminaron acelerando su desgaste. (D)