La sanción de un año al atleta esmeraldeño Álex Quiñónez (+), impuesta por el tribunal disciplinario de la Athletics Integrity Unit (AIU) al determinar una infracción “por la acumulación de tres fallos de localización (para el examen de dopaje) en el último año”, le impidió actuar en los Juegos Olímpicos Tokio 2020; además, se le suspendió el incentivo deportivo mensual (2.800 dólares) que percibía por pertenecer al Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte, se retiraron patrocinadores particulares, no podía participar en torneos oficiales a nivel nacional e internacional (especialmente con el FC Barcelona de España, que lo había fichado), lo que le privaba de recibir pasajes aéreos, seguro de viaje, bono diario, alimentación, hospedaje, traslados, entre otros beneficios.