El Big Three, formado por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, es uno de los grupos más selectos de la historia del tenis, aunque en los últimos años se ha ido desintegrando por culpa de la edad y de las lesiones.
El suizo, retirado en 2022, y el manacorí, que fechó su adiós para el año que viene, han dejado solo al tenista de Belgrado, según publica diario AS.
Nole forma parte de la vieja escuela de la pelota amarilla, aunque los jóvenes, con Carlos Alcaraz a la cabeza, tienen todas las papeletas de poner muy difícil los últimos trotes del serbio en el circuito ATP.
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No obstante, el pupilo de Goran Ivanišević sigue agarrado a la cima de este deporte, tal y como ha demostrado en la presente temporada con la consecución de dos Grand Slam.
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A sus 36 años, Djokovic sigue mimando de manera minuciosa su alimentación, donde las proteínas y los carbohidratos son los grandes protagonistas de su dieta.
Una nutrición que arranca a primera hora de la mañana, en el momento en que el serbio ingiere un vaso de agua caliente con limón para hidratar su cuerpo antes del desayuno.
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La primera comida consta de un batido saludable, llamado smoothie, en el que combina algunas verduras y frutas, como apio o espinacas. También toma un bol lleno de avena, cereales, muesli o fruta.
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Sin hueco para la carne y el pescado
Una vez finalizado el entrenamiento matinal, el tenista toma carbohidratos, ideales para recuperar energía, tal y como aseguran profesionales de la salud. Arroz con verduras con almirón (patata o maíz), legumbres, boniato o purés de verduras son algunos de los platos estrella que conforman la dieta de Djokovic.
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Cabe recordar que el serbio eliminó las carnes, los pescados y los cuatro “venenos blancos” —harina, sal, azúcar y grasas— de su alimentación. Para cenar, el tenista sigue los mismos pasos que en el desayuno a través de la ingesta de comidas ricas en proteínas. (D)