En los recientes Juegos Olímpicos, la palabra ‘intersexual’ ha cobrado relevancia a raíz de la controversia surgida en el enfrentamiento entre la boxeadora argelina Imane Khelif y la italiana Angela Carini. Khelif, quien ha sido objeto de intensos debates y críticas, impactó dos puñetazos en la nariz de Carini y la obligó a su retirada antes de cumplirse el primer minuto de asalto.

La polémica no se ha limitado al cuadrilátero. En redes sociales, Khelif ha sido blanco de mensajes de odio y etiquetada erróneamente como “mujer transexual”, publica diario AS.

A pesar de haber sido excluida del Mundial de Boxeo por sus elevados niveles de testosterona, Khelif se identifica como cisgénero, es decir, fue asignada como mujer al nacer y así se reconoce actualmente. Sin embargo, su condición ha sido interpretada por muchos como intersexual.

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Amnistía Internacional define a las personas intersexuales como aquellas cuyas características sexuales no se ajustan a las normas típicas binarias de masculino o femenino.

Esto incluye una variedad de características sexuales, tanto primarias como secundarias, que pueden hacerse evidentes en diferentes etapas de la vida.

Es crucial distinguir entre la identidad de género, la orientación sexual y las condiciones biológicas. La intersexualidad es una condición biológica, similar a nacer con órganos reproductores diferentes a los habituales.

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Organizaciones como el Comité contra la Tortura y el Comité de Derechos del Niño han instado a los países a evitar cirugías innecesarias en niños y niñas intersexuales y abogan por su derecho a decidir sobre sus propios cuerpos.

El caso de Imane Khelif pone de relieve la necesidad de una mayor comprensión y respeto hacia las personas intersexuales, especialmente en el ámbito deportivo, donde la biología y las normas sociales se enfrentan de manera más visible.

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El cromosoma XY

El sexo de las personas se define, según el Instituto Nacional del Genoma Humano de los Estados Unidos, por la combinación de los cromosomas X y Y. Los hombres poseen un cromosoma de cada uno, mientras que las mujeres tienen dos X. Es sobre la base de estos que los organismos evolucionan de una manera u otra.

Pese a todo, en los casos de las personas intersexuales, los cromosomas pueden mezclarse de diferentes maneras, aunque sus efectos podrían no llegar a ser perceptibles hasta la pubertad. Por ende, en explicar el concepto radica una gran dificultad a causa de los diferentes tipos de intersexualidad existentes.

Tipos de intersexualidad

Existen identificados al menos cuatro tipos diferentes de intersexualidad.

  • 46 XX

La primera es la denominada 46 XX. En esta la persona tiene ovarios y genitales masculinos. Los labios mayores y el clítoris se agrandan hasta formar algo parecido a un pene, pese a que el resto del aparato reproductor sea el femenino. Las causas pueden oscilar entre la hiperplasia suprarrenal congénita, el consumo de hormonas masculinas y la presencia de tumores de hormonas masculinas por parte de la madre y la deficiencia de aromatasa.

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  • 46 XY

Los genitales de la persona no se han formado completamente o son femeninos, aunque internamente puedan haber testículos que no han terminado de brotar. Las causas pueden derivar de que, al no haber testículos formados adecuadamente, no se hayan producido suficientes hormonas masculinas o que haya problemas con la formación o el uso de la testosterona.

  • DDS ovotesticular

La persona tiene tejido ovárico y testicular, lo cual podría traducirse en la presencia de un ovario o un testículo. Los cromosomas pueden ser tanto XX como XY y externamente el genital puede ser variado.

  • DDS compleja

Son los casos en los que solo hay un cromosoma o en los que incluso hay tres (ya sean XXX o XXY). En esta situación no hay diferencias entre los órganos genitales externos e internos, pero sí se producen claras alteraciones en los niveles de hormonas sexuales producidas. (D)