“Sobre buscar un lugar para Richard Carapaz (respecto al único cupo que la UCI le otorgó al país), Santiago Rosero no solucionó nada. Más bien la Federación Ecuatoriana de Ciclismo (FEC) fue un obstáculo para que el carchense fuera a los Juegos Olímpicos 2024″, dijo Mario Canessa en una columna publicada el domingo 4 de agosto en este Diario. El periodista opinó luego de la participación de Jhonatan Narváez en la prueba de ruta, en la que el amazónico terminó en el lugar número 45.
Narváez estuvo largo tiempo en el pelotón de los líderes, pero su bicicleta fue golpeada por otro competidor, aproximadamente a 50 kilómetros de la meta, y se esfumó cualquier opción de podio. El vigente campeón panamericano de la especialidad fue el único representante nacional en una competencia en la que Richard Carapaz ganó la medalla dorada en la cita de Tokio 2020.
El 23 de julio pasado, en una entrevista con EL UNIVERSO, Rosero respondió a lo que él llamó “lluvia de palos” soportada por la ausencia definitiva de Carapaz en París. “Mucha gente habla desde el desconocimiento, no con un análisis crítico para separar las cosas y entender las decisiones”, declaró el presidente de la FEC. Recordó que para la designación de Narváez se basó en el reglamento de la UCI y en el ranking. Sin embargo, el dirigente aceptó que en otras ocasiones obró con discrecionalidad para tomar decisiones sobre participaciones en Juegos Olímpicos.
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Las ‘gestiones’ de Rosero
“Pasó algo similar para Tokio 2020 y nadie habló de eso. No trascendió, y eso que ahí sí fue una decisión personal, porque yo era el seleccionador y tuve que apartar a Jefferson Cepeda (campeón panamericano 2019), que fue quien le dio a Ecuador el cupo, y no en ciclismo, sino el primer cupo entre los deportistas ecuatorianos a esos Juegos Olímpicos. Pero lo desplazamos haciendo también esa vez un análisis del recorrido. Se habló con Jefferson y él quedó fuera, pero las cosas salieron bien y al final Carapaz consiguió la medalla, pero el país ni habló ni se enteró de eso”, explicó Rosero.
El 8 de mayo del 2024, el presidente de la FEC afirmó que desde hacía seis meses, es decir, desde noviembre del 2023, hacía gestiones ante la UCI para que Ecuador tuviera dos plazas en París 2024. “Porque soy un convencido de que el campeón olímpico debe contar con su cupo directo”, dijo al justificar su insistencia respecto a la posiblidad de ampliar el número de participantes tricolores.
Las diligencias que Rosero realizó —del tipo que hayan sido— ante los jerarcas de la Unión Ciclista Internacional no dieron resultado. Carapaz vio la carrera de ruta de París 2024 por televisión. Mientras, Narváez participó en la competencia en plan de “llanero solitario” al ser el único representante de Ecuador.
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Tropas de Bélgica y Francia
Remco Evenepoel, de Bélgica, se consagró campeón de ruta (tal como lo hizo en la contrarreloj); pero, al igual que sus compañeros de podio, los franceses Valentin Madouas (plata) y Christophe Laporte (bronce), no estuvo solo. Esos dos países europeos que aseguraron medallas olímpicas en el 2024 contaron con cuatro ciclistas en la prueba en la que Narváez no tuvo compañeros tricolores.
Además de Evenepoel, la escuadra belga de ciclistas de ruta la completaron Wout van Aert (segundo en Tokio 2020, detrás de Carapaz), Tiesj Benoot y Jasper Stuyven. A Madouas y Laporte los acompañaron en París 2024 Julian Alaphilippe y Kévin Vauquelin.
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Juntos, brillantes en Chile 2023
Solitario, Narváez dio batalla hasta el final, pero un percance acabó abruptamente con los sueños del monarca de ruta en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. En esa cita, el luchado título llegó por la vía de una estrategia perfecta para Ecuador que tuvo como clímax un último esprint lanzado por Carapaz, que había quedado fuera de combate. Los dos ciclistas de Ecuador funcionaron como equipo.
Narváez, de 26 años, ganó la medalla de oro panamericana con un tiempo de 3 horas, 37 minutos y 56 segundos, y Carapaz celebró el oro como suyo. El Lagarto no había cruzado la meta cuando su compañero, la Locomotora del Carchi, ya alzaba los brazos en señal de victoria en Santiago 2023.
En la UCI “hay apertura para hablar; hemos presentado nuestros argumentos”, dijo Rosero un trimestre antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de París 2024. Aparentemente, esperaba algún tipo de concesión que finalmente no produjo: “Si alguna selección nacional con cuatro plazas, que esté sobre nosotros (en el ranking), decide solo inscribir a tres corredores y ceder ese cuarto cupo, obviamente va subiendo el resto de selecciones”. (D)
