Uno de los primeros escándalos de los Juegos Olímpicos de París ha sacudido al equipo de natación brasileño. La nadadora Ana Vieira fue expulsada de la competencia por el Comité Olímpico Brasileño (COB) después de salir sin permiso de la Villa Olímpica.

Acompañada por su compañero Gabriel Santos, quien solo recibió una amonestación, Vieira visitó la Torre Eiffel sin autorización oficial, publica diario AS.

“Tuve que salir de ahí y dejar mis materiales, no sabía qué hacer. Mis cosas están allí en la Villa Olímpica, fui al aeropuerto en pantalones cortos. Tuve que abrir mi maleta en el aeropuerto”, relató la deportista, notablemente afectada por la situación que le impidió regresar con el resto del equipo brasileño.

Publicidad

Denuncias de Acoso

El caso de Ana Vieira no se detiene en su expulsión. La nadadora ha denunciado haber sido víctima de acoso dentro del equipo, una acusación que, según ella, no ha sido atendida por las autoridades competentes.

“Ya puse una denuncia por acoso y no me han resuelto nada. He sido ignorada. Hablaré con mis abogados. Prometo contarlo todo. Estoy triste, nerviosa, pero con tranquilidad porque sé quién soy, sé cuál es mi carácter y mi naturaleza”, declaró Vieira, visiblemente conmovida.

Respuesta del COB

En contraste, el COB ha defendido su decisión afirmando que Vieira fue expulsada debido a su comportamiento “irrespetuoso y agresivo” cuando se le notificó la violación de las normas.

Publicidad

“No estamos aquí para divertirnos ni de vacaciones. Estamos aquí para trabajar por Brasil, por los más de 200 millones de contribuyentes que confían en nosotros”, afirmó Gustavo Otsuka, jefe de la delegación brasileña.

Mientras el escándalo sigue desarrollándose, las acusaciones de acoso y las decisiones disciplinarias del COB han puesto bajo escrutinio la gestión interna del equipo de natación brasileño, dejando a la opinión pública en espera de más detalles y posibles repercusiones. (D)