La Federación Ecuatoriana de Ciclismo (FEC) está en la recta final de la organización para la Vuelta al Ecuador, que este 2022 corre la edición 39 entre el 12 y 19 de noviembre, con un trayecto que tendrá etapas “duras” y pasos por localidades “inéditas”, en un intento por tener una nueva visión para el deporte pedal nacional.

En las últimas horas la organización logró obtener los permisos municipales en Quito para el desarrollo de las dos etapas finales y “lo que sigue es la tramitología” para conseguir demás acuerdos y tener a punto la organización de la mayor fiesta del ciclismo ecuatoriano, con lo que “todo estará listo”.

Steven Haro, campeón de la Vuelta al Ecuador

Este año, la Vuelta al Ecuador se compone de ocho etapas, “varias son atractivas, pero sin duda será la más dura de todas las ediciones anteriores”, comentó Santiago Rosero, presidente de la FEC.

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El directivo confirmó la participación de 19 equipos y un total de 127 corredores, sin que sean números finales, con opción a que ciclistas y escuadras puedan sumarse, aunque “ya no podrán contar con los beneficios que entregamos” a los que han estado en las diferentes válidas de la Copa Nacional y que han estado en actividad durante toda la temporada.

Rosero definió a la edición 39 como “una vuelta atípica”, esto porque “llegará a varios sitios que hemos elegido por primera vez en la historia de la competencia”, además de tener como una situación especial “el no ocupar vías estatales en algunas etapas, como se ha hecho en ocasiones anteriores”.

Queremos dar otra tónica a la carrera, el no causar molestia y conflicto a la gente que debe transitar por las principales carreteras, pero también entendiendo que podemos brindar espectáculo en poblaciones pequeñas, inéditas algunas por donde pasaremos este año”, dijo Rosero.

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Esta nueva disposición en los trazados nace de la “experiencia de estar en carreras en Europa, con vías de segundo, tercer o hasta cuarto orden; acá no tenemos esa disposición, pero queremos generar afición por el ciclismo y por eso pasaremos por esas poblaciones, pero también porque nuestros ciclistas necesitan ese tipo de preparación, habitualmente hemos recorrido por carreteras buenas, en su mayoría, pero si salen a carreras internacionales no tienen eso, por tanto debemos buscar que se adapten a otras condiciones”, apuntó el directivo.

Pese a los cambios de rutas, Rosero aseguró que en un 90 % la Vuelta es transitable para nuestro ciclistas y no tendrán inconvenientes, el restante 10 % se pueden presentar tramos irregulares, pero nada que no hayamos pasado en carreras anteriores, porque hasta en carreteras de primer orden hemos tenido algunos inconvenientes”, señaló.

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El recorrido de la edición 39 de la Vuelta al Ecuador cubrirá 1.199 kilómetros en ocho etapas. La prueba arranca en Samborondón, el sábado 12 de noviembre, y cierra en El Empalme.

La segunda etapa irá hasta Puerto Quito, luego el tramo a Calacalí en la tercera jornada, “una etapa durísima”, antes de unir las poblaciones de Otavalo y San Gabriel en la cuarta jornada de la prueba.

El quinto día de competencia se corre un circuito entre Tufiño y Tulcán, “con visitas a sitios emblemáticos”.

Para la sexta etapa la caravana emprende el regreso y el día cerrará en Cayambe, para en la penúltima jornada llegar a la Ciudad Mitad del Mundo, donde el sábado 19 se tendrá la etapa final, con un circuito. (D)

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