Dejaron de lado las formalidades. Se sacaron los tacones, bailaron 'Despacito', entre otros temas, y se sentaron a conversar como un grupo de amigas que se reencuentra.
Connie Jiménez y su familia fueron los anfitriones, el pasado viernes en Ventanas, de las 22 aspirantes a la corona que ostenta la riosense y en la que todas aprovecharon para disipar dudas sobre el concurso y los rumores y rivalidades que suelen ser tema de conversación en diversos sitios web.
Después de un ameno almuerzo luego de visitar la planta productora de papel Inpaecsa, en Babahoyo, Jiménez se sentó al centro de la mesa y las preguntas fluyeron. La lluvia que comenzó a caer fuerte no mermó la curiosidad de las chicas.
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“¿Cómo nos alejamos de los comentarios negativos?”, preguntó la manabita Katty López a Connie. “Ningún reinado se gana en redes sociales, quienes hablan mal de ti no están viviendo esta experiencia. No vale la pena desperdiciar el momento por comentarios de personas que no te conocen y que no saben tus sacrificios”, dijo Connie mientras relataba su vivencia en la ruta de la belleza del 2016.
De las 115 chicas que se inscribieron en el concurso, 60 fueron seleccionadas en un primer grupo hasta llegar a las 22. “Esto deben tener claro, ustedes fueron las privilegiadas, vivan esta competencia, nadie es menos que nadie ni más que nadie, la idea es que terminen el reinado siendo amigas no enemigas”, sostuvo Connie.
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María José Villacís, de Ibarra, le consultó: ¿Qué fue lo más difícil de la ruta?. “El ambiente fue feo (por las diferencias que hubo con otras competidoras). No hay que guardarse las cosas, hay que desmantelar la manzana podrida”, dijo de aquellos que hablan a espaldas de otros.
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“Hay que saber valorarse. Cuando te dejas llenar de odio no disfrutas de la experiencia, te deprimes por lo que escuchas o lees en redes. Sus fortalezas deben ser su familia y Dios”, agregó Connie.
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Esa tarde lluviosa no solo el encuentro fue distinto, amigable, Connie sorprendió a sus invitadas tocando el teclado y cantando A mi manera, recordándole a las chicas, y a María del Carmen de Aguayo, directora del certamen y ‘segunda madre’, como la llaman algunas de las misses, que el mejor recuerdo que se pueden llevar es la amistad sincera que forjen durante la competencia. (E)
